Hacen el testamento, para repartir sus
propiedades, y hacen reparto de recuerdos personales para amigos y familiares.
Estas disposiciones se toman en un momento de especial serenidad, e incluso se
espera el viaje a otro mundo con cierto agrado y con mucha esperanza. Los
preparativos no solo demuestran una actitud realista ante la muerte, sino que
aportan sosiego permitiéndoles poner en orden sus asuntos
espirituales, cerrar rencores, y enemistades, y pedir perdón por sus faltas.
Lamentablemente el terremoto les ha impedido hacerlo con sosiego.
Es una cultura muy diferente a la de Occidente. Matsuo Bashoo (1644-1694)
Y van otros dos más, muy expresivos:
Quien viene sólo sabe que viene.
Quien se va sólo conoce su final.
Para salvarse del abismo
¿Por qué sujetarse al precipicio?
Las nubes bajas
Nunca saben adónde las llevará la brisa.
(Banzan)
en que el muñeco de nieve que se derrite
es un hombre.
(Gaki)
Poetas sudamericanos como Octavio Paz practicaron el haiku, pero dejamos este del gran Mario Benedetti:
La muerte invade
de vez en cuando el sueño
y hace sus cálculos