lunes, 7 de abril de 2025

Eurometaux propone la apertura de 10 nuevas minas y 30 plantas de procesamiento y reciclaje

    La brecha de competitividad cada vez mayor con otras regiones que han preparado mejor a sus empresas, exige a Europa abrir un mínimo de 10 nuevas minas, 15 instalaciones de procesamiento y 15 plantas de reciclaje, según recoge el Manifiesto por la resiliencia lanzado por Eurometaux, el lobby que defiende la industria europea de metales no ferrosos: aluminio, cobre, estaño, plomo, níquel, titanio, zinc, latón, bronce y plata. Estas instalaciones industriales serán necesarias para alcanzar los objetivos de la Ley de Materias Primas Críticas para 2030.

Autonomía en renovables, digitalización y defensa

  La industria europea de metales no ferrosos (MNF) es un factor clave en la doble transición y es vital para proporcionar los materiales europeos necesarios para nuestra defensa en un mundo cada vez más inestable. Todas las tecnologías necesarias para la transición energética (turbinas eólicas, paneles solares, baterías, vehículos eléctricos, etc.) deben fabricarse con MNF como aluminio, cobre, zinc, níquel, etc. Lo mismo ocurre con la transición digital, donde metales como el galio, el arsénico, el platino y otros metales preciosos deben utilizarse para impulsar la digitalización y el desarrollo de infraestructuras que respalden el despliegue de tecnología inteligente. Asimismo, necesitamos antimonio, aluminio, plomo, etc. para que nuestra industria de defensa fabrique municiones, chalecos antibalas, etc. Sin MNF fabricados en y para Europa, no podremos tener la autonomía estratégica que necesitamos para las energías renovables, la digitalización y nuestra defensa. Es el llamamiento que hace Eurometaux desde el documento Un Plan de Acción Europeo.

  “Nuestra trayectoria para 2030 es clara: la Ley de Materias Primas Críticas establece objetivos ambiciosos para que Europa aumente la resiliencia de sus metales y facilite la transición energética. Ahora, por supuesto, el reto es lograrlo, y con rapidez”, se afirma en el Manifiesto. Tras señalar que Europa ya cuenta con una industria metalúrgica dinámica, reconoce que la crisis energética la ha golpeado duramente, tras la invasión de Ucrania por Rusia, con el 50% de la producción de aluminio, zinc y silicio interrumpida. También subraya que aunque “vamos por buen camino para alcanzar la capacidad de reciclaje necesaria, sin embargo, las fugas de nuestros residuos metálicos siguen siendo demasiado elevadas”.


El camino hacia 2030 será turbulento

  Los directivos de la industria metalúrgica europea aseguran estar preparados para competir al contar con una sólida base industrial y más de 70 proyectos de la cadena de suministro, listos para operar en 15 países para alcanzar los objetivos de la UE para 2030 en materia de minería, procesamiento y reciclaje. “Los últimos tres años han traído consigo desafíos geopolíticos sin precedentes, y el camino hacia 2030 probablemente será igualmente turbulento. Asegurar las materias primas que Europa necesita para sus objetivos climáticos será de una importancia estratégica cada vez mayor. Tenemos una clara ventana de oportunidad para situar la resiliencia en el centro de la transición energética. Y es a través del desarrollo de cadenas de valor industriales europeas y un suministro diversificado que lo lograremos, con las materias primas como base”, sostienen los autores del Manifiesto.

  Desde Eurometaux  alertan de que la inversión en metales ya ha comenzado a reorientarse, y las inversiones totales en la industria manufacturera estadounidense se han duplicado desde finales de 2021. Japón, Corea del Sur, Canadá y Australia han anunciado sus propios paquetes de inversión en minerales críticos el año pasado. “Necesitamos una verdadera solución europea para el crecimiento industrial, evitando una amalgama de esfuerzos de los Estados miembros. Necesitamos un verdadero avance en la carrera por las energías limpias”.

   Mediante la obtención de inversiones finales y la reactivación de la producción, Europa puede cumplir con algunos o todos los parámetros de referencia de la Ley de Materias Primas Críticas para el aluminio, el cobalto, el cobre, el litio, el níquel y el silicio. Aún se necesitan más proyectos para los objetivos de la UE para 2030, especialmente para el refinado intermedio, por ejemplo, de grafito, manganeso, galio, germanio, magnesio y tierras raras. Para algunos metales críticos, como los metales del grupo del platino, Europa solo necesita fortalecer la sólida base y los vínculos comerciales que ya posee. Un ecosistema de metales próspero garantizará la resiliencia de Europa no solo para los metales designados como estratégicos o críticos, sino también para todos aquellos otros necesarios para nuestra economía en transición, desde el zinc hasta el plomo y la plata.