La brecha de competitividad cada vez mayor con otras regiones que han preparado mejor a sus empresas, exige a Europa abrir un mínimo de 10 nuevas minas, 15 instalaciones de procesamiento y 15 plantas de reciclaje, según recoge el Manifiesto por la resiliencia lanzado por Eurometaux, el lobby que defiende la industria europea de metales no ferrosos: aluminio, cobre, estaño, plomo, níquel, titanio, zinc, latón, bronce y plata. Estas instalaciones industriales serán necesarias para alcanzar los objetivos de la Ley de Materias Primas Críticas para 2030.
Autonomía en renovables, digitalización y defensa
La industria europea de
metales no ferrosos (MNF) es un factor clave en la doble transición y es vital
para proporcionar los materiales europeos necesarios para nuestra defensa en un
mundo cada vez más inestable. Todas las tecnologías necesarias para la transición
energética (turbinas eólicas, paneles solares, baterías, vehículos eléctricos,
etc.) deben fabricarse con MNF como aluminio, cobre, zinc, níquel, etc. Lo
mismo ocurre con la transición digital, donde metales como el galio, el
arsénico, el platino y otros metales preciosos deben utilizarse para impulsar
la digitalización y el desarrollo de infraestructuras que respalden el
despliegue de tecnología inteligente. Asimismo, necesitamos antimonio,
aluminio, plomo, etc. para que nuestra industria de defensa fabrique
municiones, chalecos antibalas, etc. Sin MNF fabricados en y para Europa, no
podremos tener la autonomía estratégica que necesitamos para las energías
renovables, la digitalización y nuestra defensa. Es el llamamiento que hace Eurometaux
desde el documento Un Plan de Acción Europeo.
“Nuestra trayectoria para 2030 es clara: la
Ley de Materias Primas Críticas establece objetivos ambiciosos para que Europa
aumente la resiliencia de sus metales y facilite la transición energética.
Ahora, por supuesto, el reto es lograrlo, y con rapidez”, se afirma en el Manifiesto.
Tras señalar que Europa ya cuenta con una industria metalúrgica dinámica, reconoce
que la crisis energética la ha golpeado duramente, tras la invasión de Ucrania
por Rusia, con el 50% de la producción de aluminio, zinc y silicio interrumpida.
También subraya que aunque “vamos por buen camino para alcanzar la capacidad de
reciclaje necesaria, sin embargo, las fugas de nuestros residuos metálicos
siguen siendo demasiado elevadas”.
El camino hacia 2030 será turbulento
Los directivos de la industria metalúrgica
europea aseguran estar preparados para competir al contar con una sólida base
industrial y más de 70 proyectos de la cadena de suministro, listos para operar
en 15 países para alcanzar los objetivos de la UE para 2030 en materia de
minería, procesamiento y reciclaje. “Los
últimos tres años han traído consigo desafíos geopolíticos sin precedentes, y
el camino hacia 2030 probablemente será igualmente turbulento. Asegurar las
materias primas que Europa necesita para sus objetivos climáticos será de una
importancia estratégica cada vez mayor. Tenemos una clara ventana de
oportunidad para situar la resiliencia en el centro de la transición
energética. Y es a través del desarrollo de cadenas de valor industriales
europeas y un suministro diversificado que lo lograremos, con las materias
primas como base”, sostienen los autores del Manifiesto.
Desde Eurometaux alertan de que la inversión en metales ya ha
comenzado a reorientarse, y las inversiones totales en la industria
manufacturera estadounidense se han duplicado desde finales de 2021. Japón,
Corea del Sur, Canadá y Australia han anunciado sus propios paquetes de
inversión en minerales críticos el año pasado. “Necesitamos una verdadera
solución europea para el crecimiento industrial, evitando una amalgama de
esfuerzos de los Estados miembros. Necesitamos un verdadero avance en la
carrera por las energías limpias”.
Mediante la obtención de inversiones finales
y la reactivación de la producción, Europa puede cumplir con algunos o todos
los parámetros de referencia de la Ley de Materias Primas Críticas para el
aluminio, el cobalto, el cobre, el litio, el níquel y el silicio. Aún se
necesitan más proyectos para los objetivos de la UE para 2030, especialmente
para el refinado intermedio, por ejemplo, de grafito, manganeso, galio,
germanio, magnesio y tierras raras. Para algunos metales críticos, como los
metales del grupo del platino, Europa solo necesita fortalecer la sólida base y
los vínculos comerciales que ya posee. Un ecosistema de metales próspero
garantizará la resiliencia de Europa no solo para los metales designados como
estratégicos o críticos, sino también para todos aquellos otros necesarios para
nuestra economía en transición, desde el zinc hasta el plomo y la plata.