La última encuesta a líderes empresariales de la Mesa Redonda Europea de la Industria (ERT), que representa a las grandes multinacionales europeas, revela que la confianza de los directores ejecutivos en Europa continúa en declive. El Índice de Confianza de los Directores Ejecutivos™ para Europa del Conference Board, elaborado a partir de una encuesta realizada en abril pasado, se acerca a los mínimos históricos registrados por última vez durante la crisis energética del otoño de 2022, provocada por la invasión rusa de Ucrania. Esta nueva caída coincidió con el anuncio del gobierno estadounidense de medidas arancelarias sin precedentes sobre las importaciones de sus socios comerciales globales.
Los ejecutivos de EE.UU y China, pesimistas
La confianza de los
directores ejecutivos en Estados Unidos y China también se ha visto afectada.
El Índice de Confianza de los Directores Ejecutivos (CEO) del Conference
Board™ para EE. UU. cayó 26 puntos en el segundo trimestre de 2025, la
mayor caída intertrimestral en la historia de la encuesta estadounidense, que
comenzó en 1976. Paralelamente, los directores ejecutivos de empresas
occidentales, con sede en China, ajustaron sus expectativas de un escenario de
estancamiento a uno de deterioro, aunque la caída de la confianza es menos
pronunciada que en Europa o EE. UU.
La pérdida de confianza de los directores
ejecutivos locales en EE. UU. y China se refleja en las observaciones de los
directores ejecutivos europeos sobre el clima de inversión en estos mercados
clave. Desde una perspectiva europea, el clima de inversión se está
deteriorando con mayor gravedad en EE. UU., con una perspectiva de negativa a
estable en Europa y de estancada a negativa para China.
En Europa, la caída de la confianza se debe
al deterioro de las perspectivas de ventas, empleo e inversión de las empresas,
tanto dentro como fuera. Sin embargo, si bien antes se podía confiar en las
actividades comerciales en el extranjero para compensar la atonía del mercado
interno europeo, la última encuesta indica que esto podría ya no ser así. Las
ventas al exterior, que antes eran un motor de confianza, ahora se ven
especialmente amenazadas por el estancamiento.