El mal siempre va por delante. El bien, torpe y confuso, por detrás. Los últimos acontecimientos apuntan a que vivimos en una sociedad enferma. Tardío descubrimiento de los políticos sobrepasados por la realidad (Cameron en Inglaterra) y que, no han querido ni sabido, poner los medios para prevenir tanta maldad. El mal es previsible todavía. Pero los defensores del bien, desconcertados, no saben hacerle frente. Patéticas resultan las últimas confesiones de la policía noruega. El asesino les llamó hasta 10 veces para entregarse y no le hicieron caso. Llegaron a la isla por el camino más largo. Cogieron una motora neumática que se hundió con el sobrepeso...El mal siempre va por delante y encima le dan facilidades. En Inglaterra los
bienpensantes se rasgan las vestiduras: adolescentes pijas, niños y maestros, entre los saqueadores. Un retrato parcial de una sociedad enferma. El mal campará a sus anchas mientras el bien no encuentre el camino. Este
yonki de la imagen antes era persona (buena, mala o regular) pero se le dejó llegar a la degradación. No deja de ser el espejo en que todos nos miramos. Nunca se le echó una mano. Tal vez tuviera genes autodestructivos. Pero eso no disculpa dejarle caer. Y más cuando hace la señal de la Paz. Pero pocos la comprenden.
