En España el 90% de los empleos, méritos aparte, se consiguen
por contactos personales. Con la crisis proliferan Manuales de autoayuda que
dan consejos para salir del pozo. En algunos se encuentran consejos útiles,
pero al cabo del tiempo repiten el mismo decálogo. Los expertos aconsejan prepararse
para las entrevistas de trabajo potenciando los puntos fuertes y vigilando los
puntos débiles. Para salir sólo queda no desmayar y ser constante pero la
carencia de ofertas de trabajo ha puesto el listón muy alto. Por eso hay que
entrar en las redes sociales (amigos, ex compañeros de trabajo, clubs de
recreo, centros parroquiales…) y virtuales (en Internet se pueden hacer
contactos pero hay que saber filtrar los que pueden ser útiles).
Para salir del paro hay que gozar de autoestima. Así te
consideras así vales. Hay que desterrar el complejo de inferioridad y el miedo,
mal consejero.
¿Por qué un parado en España tarda mucho más en
volver a la actividad que en otros países? La respuesta hay que buscarla en el
déficit de formación que, la escasa iniciativa que ofrecen los servicios
estatales de empleo, y por qué no decirlo, la excesiva protección de Papá
Estado.