¿Medidas anticrisis o tomadura de pelo?
“Señor Zapatero: voy a explicarle cómo funcionan sus medidas anticrisis, esas con las que usted y su gobierno no paran de llenarse la boca cada vez que les preguntan por la propia. Soy mujer (lo digo por lo de la igualdad), “miembra” y madre de una familia numerosa (eso que sólo sirve para tener puntos en las plazas de los colegios concertados), trabajadora (mileurista), hipotecada (como el 90 por ciento de la población activa) y harta, muy harta, como todos, por la situación actual (no poder sobrevivir). El mes pasado decidí solicitarle a mi banco el periodo de cadencia hipotecario para ver cuánto podía reducir en mis recibos mensuales, tal y como proclaman en su decreto ley, en sus medidas anticrisis y a los cuatro vientos para ayudar a las familias, ya que, como la gran mayoría, mi revisión es anual y por lo tanto todas esas bajadas del BCE no han repercutido en mi hipoteca. Mi banco me dice que con el periodo de cadencia reduzco unos 100 euros al mes, pero tengo que pagar al notario 1.500 (tengo mi hipoteca concedida en dos préstamos, y me cobran 750 euros de gastos notariales porque hacen cada periodo de cadencia? en un acto individual). No hay que ser economista para que le traduzca el resultado: dejo de pagar 1.200 euros este año y le pago al notario 1.500. Sólo se me ocurre decirle, alto y contundentemente: bravo, bravo a las mentes pensantes de su gobierno por hacer unas medidas así, porque, más que eso, parecen un insulto a la inteligencia. Claro que como tiene usted ministros que “piensan más rápido que hablan” deben de ser todos superdotados y por eso hacen este tipo de medidas. Yo no sé cómo solucionar mi situación, pero creo que usted está tan atrapado como yo (atrapado en sus promesas y mentiras). Por último, y aprovechando esta ocasión de haber podido dirigirme a usted: ¿podría explicarme por qué se siguen llamando “socialistas, obreros y españoles”. De socialistas les queda poco, porque el dinero se lo han dado a la banca y no al ciudadano. De obreros, menos, porque no hay más que ver cómo trabajan. Y de españoles... qué quiere que le diga señor Zapatero... sin comentarios”.
M.V. ABC, 16.01.09
2. Más de un 40% de jóvenes en paro
Mea Culpa
“Mea culpa por pertenecer a la generación X, en la que estadísticamente más vale tener estudios primarios y no estudiar nada para encontrar un empleo, en la que gente como yo, que nos hemos licenciado en Historia, sólo valemos para trabajar como comercial de puerta en puerta, vender hamburguesas, trabajar en un supermercado, mientras estamos esperando a que ustedes, los hijos del baby boom, se jubilen y nos dejen su puesto de trabajo libre, que, claro está, no conseguiremos por la inexistencia de un enchufe (que otros tienen) aunque exista una remota posibilidad: sacrificándonos estudiando unos cuantos años más, mediante oposición/lotería... Pero tenemos que ser idealistas, tenemos que creer que el establishment, el caciquismo, la endogamia no podrán con nosotros. Tenemos que cantar 'al vent' y buscar la arena de playa bajo los adoquines, pensar en Camus o en Sartre. Lo siento, los de la generación X ya no creemos en un nuevo mundo... los ahora aburguesados manifestantes del 68 y de la transición nos habéis demostrado cómo acaban los idealistas”.
3. 'La pesadilla de un parado que no puede trabajar'
Suponga que usted acaba de divorciarse después de 20 años de matrimonio. No tiene hijos, y se ha quedado sin hogar y sin coche. Vive sin prestación económica del Estado. Se acerca a los 50 años de edad y, aunque es un experto en su profesión, se ve obligado a buscar cualquier trabajo que le permita subsistir. Todos sus intentos son fallidos. Se arregla gracias a la ayuda económica de sus allegados. Usted piensa que esto es una pesadilla. Había vivido siempre sin lujos pero cómodamente, y ahora tiene la sensación de ser el superviviente de una gran tragedia. Comprueba que otros con los que se relaciona en su búsqueda de empleo infructuosa y en los cursos del Inem están en circunstancias parecidas. En total, son unos cuatro millones de parados. Visita todas las oficinas de orientación al ciudadano para encontrar trabajo. Usted se presenta en la oficina del Inem para saber de cualquier prestación, subsidio o migaja que le ayude a poder comer todos los días y pagar el transporte. Acude a ese lugar porque los que tienen la responsabilidad de conocer e informar de esas oportunidades son los funcionarios de las oficinas de empleo. Pero el funcionario de turno le contesta: «No me cuente su vida, rellene este formulario y adjunte estos documentos».
Al cabo de un mes y tras hacer muchas colas, usted recibe una carta del Ministerio de Trabajo, firmada por la directora de la Oficina de Prestaciones, con esta frase: «Usted no está en ninguna de las causas de acceso al subsidio de desempleo». Usted ha tocado fondo, pero debe tener las fuerzas necesarias para salir de esta situación, sin cobardía, con dignidad, aunque algunos de sus compatriotas con un puesto de trabajo de por vida se empeñen en que no logre despertar de esta pesadilla.C. C. P. Barcelona/El Periódico, 04/09/09
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