Renovarse con el objetivo de adelantarse a los nuevos deseos y convertirse en punto de referencia es obligado. La tentación es grande y está plagada de sonados aciertos y estrepitosos fracasos. Los hay que van más allá y prefieren conjugar el verbo reinventar. Para tan trascendente y elogiosa tarea hay que contar con la materia prima necesaria.
No se puede innovar en base a mensajes superficiales que tratan de combinar los nuevos hábitos, el estilo de vida, las tendencias...Todos buscamos modelos que nos ayuden a mejorar la autoestima, la cuenta de resultados...Reinventarse no es tirar la casa por la ventana y buscar nuevas señas de identidad. La clave para el acierto está en saber adaptarse a los tiempos. Y para ello nada tan sencillo como escuchar, observar, reflexionar. Y luego apostar a muerte, sin complejos. La opinión pública es la que decide y puntúa. Y cada vez busca más que teorías -amigos del coaching- soluciones.
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