Women in Global Health, organización creada para promover la equidad de género en el personal sanitario a nivel mundial, recibe la mayor parte de su financiación de la Fundación Bill&Melinda Gates. Esta aporta 1,2 millones de euros sobre un presupuesto anual de 2 millones de euros. Women in Global Health cuenta con 6.500 miembros y 100.000 seguidores en más de 100 países. Forman parte de este movimiento enfermeras, parteras, médicos, profesionales de la salud pública, formuladores de políticas sanitarias, trabajadores sanitarios comunitarios, investigadores, farmacéuticos y trabajadores sanitarios del sector privado.
La igualdad de género en el liderazgo de la salud mundial es económicamente sólida. Estudios recientes muestran que lograr la paridad de género supondría un valor de alrededor de 28 billones de dólares para la economía mundial, un aumento del 26%. De esa cantidad, las mujeres aportan alrededor de 3 billones de dólares a la atención sanitaria mundial, pero casi la mitad de esa cantidad (2,35% del PIB mundial) no es remunerada ni reconocida.
El retroceso global en materia de igualdad de género y salud y derechos sexuales y reproductivos (SDSR) está avanzando a una velocidad y escala alarmantes. Las mujeres y las niñas no
pueden hacer realidad su derecho a la salud a menos que tengan autonomía
corporal y el acceso a los servicios de SDSR sea fundamental para la atención
sanitaria. Esto significa que las mujeres tienen control sobre las
opciones reproductivas, incluido el acceso a la anticoncepción, el aborto
seguro y la educación sexual integral. Esta autonomía significa mejor
salud para ellos, sus familias y sus comunidades.
Las leyes y políticas restrictivas pueden convertir la prestación de servicios de salud en un delito
Dado que las mujeres representan
el 70% de los trabajadores de la salud a nivel mundial, están en la primera
línea de esta restricción gradual de derechos. Proporcionan en gran medida
servicios de SDSR, como anticoncepción, aborto seguro y conocimientos
esenciales para empoderar a las mujeres para que tomen decisiones informadas
sobre sus cuerpos y su futuro. Y, sin embargo, su dedicación tiene un
costo. En muchas partes del mundo, enfrentan graves desafíos. La
violencia y el acoso, las amenazas físicas, la intimidación y el abuso en línea
son sólo algunos de ellos. Las leyes y políticas restrictivas pueden
convertir la prestación de servicios de salud en un delito y la prestación de
servicios en un riesgo de enjuiciamiento. Los sistemas de salud con fondos
insuficientes a menudo carecen de los recursos necesarios para brindar
servicios de SDSR de calidad.
La presidenta de WGH Spain, Neus
Rosell, señala que “el liderazgo transformador de género en el sector
salud impulsa la equidad, la inclusión y la sensibilidad a las necesidades
específicas de género”. “En WGH Spain apostamos por este modelo ya que es
esencial para construir un sistema de salud más justo y eficaz, capaz de
abordar las desigualdades de género y promover el bienestar de todas las
personas”, añade.
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