El ingeniero José Soares de Pina, presidente del Grupo Altri, solicitó el 14 de abril del pasado año celebrar una reunión con la Comisaria Europea responsable de Cohesión y Reformas, Dra. Elisa Ferreira. En dicha reunión, el grupo portugués quería presentar lo que califica como “un innovador proyecto industrial a gran escala” (Proyecto Gama), que tiene como objetivo construir una unidad industrial en Galicia, para la producción de fibras celulósicas (Lyocell) sostenibles y reciclables, especialmente destinadas para el sector textil. "Le informamos que la comisaria Elisa Ferreira recibió una solicitud de reunión del Sr. José Soares de Pina, director ejecutivo de Altri. Desafortunadamente, su agenda estaba muy cargada en ese momento y no fue posible organizar tal reunión", señala a este blog Lidia Peixoto, miembro del gabinete de la Comisaria Europea. No hay constancia de que se haya celebrado ningún encuentro hasta el momento entre Soares de Pina y Elisa Ferreira.
Protestas para frenar la instalación de Altri en Galicia
Este mes de abril, representantes del BNG y grupos ecologistas y
opositores a la celulosa de Galicia se reunieron en Bruselas con representantes
de la Unión Europea para expresar su rechazo al Proyecto Gama. La delegación
gallega de #AltriNon mantuvo reuniones en la UE denunciando el impacto
ambiental, económico, paisajístico y patrimonial de este proyecto. La diputada
del BNG, Ana Miranda, destacó que esta reunión con la CE supone "un paso
más para frenar la instalación de Altri en Galicia". María Teresa Fábregas,
directora de la Unión Europea, confirmó a la delegación desplazada a Bruselas,
que hasta el momento no ha habido ninguna petición oficial sobre la
fábrica a instalar en Galicia por parte
del Gobierno.
Altri es uno de los mayores grupos industriales portugueses, centrado en
la producción de fibras celulósicas a través de tres unidades industriales,
gestionado por más de 90.000 hectáreas de bosque. Sus ingresos ascendieron a
788,2 millones de euros en 2023. Registró un beneficio neto de 42,8 millones de euros, en lo que la compañía califica como un año atípico en el mercado de las
fibras celulósicas, marcado por uno de los cambios de ciclo más bruscos en más
de una década. “Dada la desaceleración del crecimiento de la demanda mundial
como resultado del proceso de liquidación de existencias en Europa y
América del Norte, seguido, en la segunda mitad del año, por una mejora de las
perspectivas como resultado de la fuerte recuperación en el mercado asiático,
los beneficios mostraron un descenso interanual del 71,9%”, se explica en la
presentación de resultados.
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