"La guerra terminará cuando tengamos un trabajo digno", aseguró uno de los manifestantes que protestaron el pasado viernes 28, en Melilla, por la falta de empleo. La tasa de paro en esta ciudad alcanza el 24%, más de la media nacional que ahora ronda el 20%.
Un grupo de jóvenes formó barricadas con contenedores y neumáticos en llamas en el barrio melillense de Cabrerizas para protestar por no haber sido seleccionados en los programas de empleo de la Delegación del Gobierno. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), hizo un llamamiento a la calma tras los incidentes, aunque dio a entender los motivos que pueden asistir a sus protagonistas, dada la desesperación que hay en muchas familias desempleadas. El PSOE apuntó a Imbroda como posible instigador de los disturbios. El diputado socialista en la Asamblea autónoma Amin Azmani señaló que quienes protagonizaron los altercados "no actuaron por su cuenta ni de forma espontánea" y afirmó que los organizadores de los incidentes están "más cerca" de la Presidencia del Gobierno melillense que de cualquier otra institución. (http://www.elpais.com/articulo/espana/grupo/jovenes/provoca/nuevos/disturbios/Melilla/elpepunac/20101028elpepinac_16/Tes.) Imbroda ha anunciado que denunciará a Azmani (http://www.elpueblodeceuta.es/201010309201.html).
Cuando algunos protestan en este país por lo que consideran una injusticia se dice que están manipulados. Para invalidar la protesta cierta prensa ha dicho que los jóvenes viven en la deprimida zona musulmana (varios de estos jóvenes encapuchados y con pañuelos gritaron a las cámaras de tv que eran españoles y dieron su testimonio del por qué de la violencia: quema de contenedores y piedras contra la policía.
Una chispa ha saltado al parecer por culpa del desempleo. Apenas se la ha prestado atención pero así empiezan lo que por el ‘efecto contagio’ devienen en grandes disturbios. “De modo que, a medio plazo, el malestar social causado por la burbuja del desempleo expansivo ya no se podrá contener, y lo más probable es que empiece a aflorar en forma de protestas sociales, conflictos interculturales y convocatoria de huelgas generales o salvajes según el reciente ejemplo francés”, profetizaba el sociólogo Enrique Gil Calvo hace casi dos años. (El País, 2.02.2009). Otro sociólogo, este además ideólogo del PSOE, Félix Tezanos, declaró en su momento: "la falta de trabajos cualificados -"el bedel de mi facultad es ingeniero", indica-, el becarismo rampante, la baja natalidad y el desfase en gasto social respecto a Europa están creando una atmósfera inflamable que abre la posibilidad de estallidos similares a los de Grecia o Francia". (El País, 22.06.2009).
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