Siete coches de policía y un furgón. “Un despliegue espectacular. Aquí ha habido una amenaza terrorista” comentaban los testigos presenciales.
Se quedaron mudos al ver sacar de una nave industrial a un ladrón de avanzada edad renqueando. Presuntamente se había caído del tejado –la edad tampoco perdona a los rateros-. Su compañero de fechorías no aparecía. Y los policías estaban a la espera.
Con la crisis hasta los delincuentes no se jubilan. No pueden. El derroche en medios de policía y coches con el gasto de gasoil añadido era muy comentado (criticado). Sucedió hoy, lunes 1 de febrero, en Madrid, muy cerca de El País. ¿Qué contará el diario?
(Este minicuento es tan real como la existencia de Zapatero)
(Este minicuento es tan real como la existencia de Zapatero)
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