El periodismo artesanal casero
es la materia prima del periodismo online. No nos engañemos con palabras como
innovar o nuevo periodismo. El contenido de las noticias siempre será el mismo:
aportar servicio/información al ciudadano, ya sea sobre el barrio donde vive o
la aldea global. Lo demás son fuegos artificiales. La esencia del periodismo
está en los pequeños detalles no en ese periodismo de investigación que nos
venden hoy día: exclusivas que matan exclusivas y así hasta saturar al
ciudadano.
El periodismo está lleno de
buenas intenciones y eso no va a cambiar pese a la destrucción causada por los
grandes popes que no dejan de dar lecciones. Estos gurús/iconos han hecho un
gran negocio con los periodistas y pretenden volver a hacerlo bajo un nuevo ropaje.
Pero el lector –con uno sólo vale para llegar donde hay que llegar- está ávido
de información, no de la basura que nos entregan cada día para aumentar las visitas.
La sencillez de un
diario/blog/post es lo que se aprecia. Se
trata de contar algo como se ha hecho siempre: la verdad por delante. Con
internet cualquiera puede hacerlo si tiene vocación. Llegará o no a los
lectores. Pero se agradecen los intentos honestos; no estos que se anuncian
ahora a bombo y platillo. Es de necios confundir periodismo con egoísmo y de
indignos llenarse los bolsillos a costa de mercadear con la información.
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