Sin tal vez pretenderlo esta
actriz Uma Thurman con
un físico (rostro) tan personal, que nunca cambiará, ha dado una lección al
periodismo de corta y pega. Todos hemos caído una vez más en el eterno vicio
(ya patentado) de no contrastar una información si viene de fuentes de alto
nivel o del entorno de las celebrities.
Mañana, o mejor hoy, nos
sale nuestra natural Carmen Maura con un nuevo rostro y será vorazmente devorada
por el papel couché y los medios online, ávidos de sumar tráfico de lectores para
contentar al anunciante. Lo irónico de esta no noticia sobre la personal actriz
Uma, es que fuera acompañada de esa guinda de ‘periodismo de investigación’ que,
enseguida, puso como referente a Renée Zellweguer.
¿Estamos tontos o qué? Y si, de repente, los candidatos a las próximas
elecciones se hacen un lifting facial. ¿Nos lo creeremos también?
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