Hoy el país está eufórico. Faltan menos de dos horas para el partido España-Suiza. A las 6 de la tarde
sabremos si la roja nos ha bañado con un subidón de autoestima o nos ha dejado en harapos.
Yo apuesto por la alegría. Y es que haber apostado por 'La Roja' es una forma clara de decir que todos queremos salir de la crisis o, al menos, olvidarla por unos días. Lo malo es que el favorito -no quiero ni voy a ser aguafiestas- no cumpla con nuestras expectativas.
Para empezar tiene que haber al menos un 4-0 frente a Suiza. No podemos ser menos que Alemania.
Si la selección falla lo pagaremos todos. El hogar se convertirá en una jaula de grillos, el trabajo en una guerra sin cuartel con el malhumor como bandera. Pero, al menos -estamos en España- nos quedará el bar para soñar con una gesta heróica.
Hoy estamos en manos de 'La Roja'. ¿Es para tanto? Está claro que no tenemos remedio.
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