Con la coartada indiscutible de salvar a los civiles de una masacre se termina por matar a inocentes (véase Irak) y se justifican por activa y por pasiva los daños colaterales (miles de niños, mujeres y viejos muertos en la cola de los alimentos). La población civil es la gran sacrificada en estas guerras provocadas por el interés de una de las partes. Rotos todos los puentes (el diálogo es el gran enemigo de las contiendas) sólo ha quedado una motivación: la gran ofensiva para liberar a los oprimidos.
Lástima que no haya un STOP claro a todas las guerras. Entonces no tendrían de que comer los fabricantes de armas. Lo grave de abrir una guerra en Libia serán las consecuencias que padecerán las poblaciones civiles de los países implicados (Francia, la primera). Sufrirán con efecto retardado y cuándo menos lo esperen bombazos en plena calle. De nuevo víctimas inocentes por intereses espúreos.
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