En poco tiempo hemos pasado del 'optimismo antropológico' acuñado para el presidente por su forma de ver y enfocar los problemas, a una brutal sinceridad que deja muda a la oposición. Primero fue el anuncio de otros cinco años duros, hoy mismo lo difícil que es dar un empleo a los jóvenes.
"No va a ser fácil reducir el paro juvenil", fue la respuesta dada por Zapatero a Rajoy en la sesión de Control al Gobierno en el Congreso ante una pregunta del presidente del PP. El líder de la oposición le recordó, citando los últimos datos de Eurostat de noviembre pasado, que la tasa de paro entre los jóvenes menores de 25 años es del 43,6%, datos que calificó de "insoportables en sí mismo" porque significan que hay un capital humano "desperdiciado" y cientos de miles de "esperanzas frustradas".
Una de las propuestas del Gobierno para reducir el paro juvenil es poner en marcha un Programa Lingüístico en el Exterior para Jóvenes Desempleados. Trabajo y de Educación tienen previsto iniciar este proyecto “con el fin de aprovechar las oportunidades del sector exterior para crear empleo de calidad y mejorar las condiciones de las empresas españolas para su implantación en otros mercados”. Luego está el
canto de sirena atribuido a la canciller Merkel para que los jóvenes más cualificados emigren a Alemania.
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