"Cuanto peor era mi situación, más disparatados y rebuscados se volvían mis inventos", confesaba un personaje de Paul Auster en 'El palacio de la luna'.
"El paro es una experiencia de la muerte. Da a probar la violencia sorda, la voluntad de eliminación que subyace en el trabajo moderno", reflexiona Jean-Louis Cianni (comunicador que sufrió el paro con +de 50 años) en 'La filosofía, un remedio contra el paro'.
¿Quién fue el primero en perder su empleo? "En 1795, un astrónomo que trabajaba como ayudante en el laboratorio Greenwich perdió su empleo al descubrir su superior que los tiempos de paso por el meridiano que marcaba él mismo llevaban sistemáticamente 0,5 segundos de adelanto sobre los de su ayudante", revela Thomas Hardy en 'Historia de la Psicología?.
"Ya hemos vendido todas las joyas de la abuela y nuestra capacidad de endeudamiento está tocando techo", advertía hace tres años Fernando Fernández, ex Rector de la Universidad Europea de Madrid (ABC, 1.09.2009).
"Nadie está a salvo de la crisis salvo una pequeña casta". (Anónimo).
¿Habrá
un estallido social?
Es la terrible pregunta que desde el inicio de la crisis
se vienen haciendo políticos, analistas, catedráticos, sociólogos, periodistas…
“El paro actual es una bomba de relojería. Estamos todos a cuatro o seis
comidas calientes del retorno a la barbarie y de la inevitable represión de la
anarquía que crea la desesperación. Después de tantos años de crecimiento y
bienestar, ningún Gobierno está preparado para gestionar este reto, y todos
ellos carecen de cualquier guión audaz y rompedor”, vaticinaba el periodista Tom
Burns Marañón, columnista de El Mundo, ex corresponsal del Financial Times en
España y nieto del profesor Gregorio Marañón. “La indulgencia con el presidente
José Luis Rodríguez Zapatero que demuestra la sociedad española no debería
despistarnos sobre el sordo malestar que bulle de forma latente y que amenaza
con emerger a la superficie”, advertía el sociólogo, Enrique Gil Calvo, en una
tribuna en El País. “El previsible declive de la clase media, la falta de
trabajos cualificados -"el bedel de mi facultad es ingeniero"-, el
becarismo rampante, la baja natalidad y el desfase en gasto social respecto a
Europa están creando una atmósfera inflamable que abre la posibilidad de
estallidos similares a los de Grecia o Francia”, profetizaba José Félix Tezanos,
director de la Fundación Sistema
del PSOE.
Las
señales ante un previsible estallido social son evidentes: precariedad en el
empleo, reducción del poder adquisitivo, dificultad para acceder a una
vivienda…Para frenar el descontento el Gobierno cuenta con la red de protección
social tejida por el Gobierno de Zapatero -mantenida por el de Mariano Rajoy-, más de 32.000 millones de euros, una limosna (pan
para hoy y hambre para mañana) para los que reciben los subsidios.
¿Servirán
estas ayudas para lograr la paz social? En los foros
los jóvenes dan rienda suelta a su estado emocional:” Ya nos podemos ir
preparando aquí, los millones de jóvenes, incluido yo, condenados a sueldos de
miseria que no permiten ahorrar ni un duro, trabajando pero sobreviviendo
gracias a la caridad familiar y condenados a vivir en pisos compartidos de por
vida no nos vamos a quedar con los brazos cruzados...”
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