Una Asociación pro israelí tacha de filoterrorista al Consulado español en Jerusalén

 El Consulado mantiene una hostilidad abierta contra Israel. Y una complicidad permanente con el terrorismo, así como una actitud de antisemitismo feroz. La Embajada es responsable de esta actitud propagandística e incluso filoterrorista del Consulado, advierte la asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM). Su presidente, Ángel Mas Murcia, participa en negocios con David Hatchwell Altaras y la sede de la Asociación está domiciliada en las mismas oficinas donde tiene establecidas varias sociedades este empresario judío. David Hatchwell es presidente de la Comunidad Judía de Madrid y de la fundación hispano judía.

   “El Ministerio de Exteriores, José Manuel Albares, debe actuar con determinación ante la hostilidad del Consulado de España en Jerusalén contra Israel”, señala ACOM. Ante el último ataque terrorista contra israelíes, según esta Asociación, el Consulado español sólo ha sido capaz de emitir un comunicado de condena al respecto cuando la presión pública ha sido insostenible. “Y para demostrar su recelo y hostilidad ha acabado poniendo en el mismo rasero a los terroristas palestinos y a las víctimas civiles israelíes. Dicha deplorable actitud no es novedosa, ACOM ha denunciado públicamente en innumerables ocasiones el posicionamiento activista y partidista de la institución española en Jerusalén”, subraya la Asociación.

ACOM exige la dimisión del cónsul español

   ACOM considera que la Embajada española es responsable de esta actitud propagandística e incluso filoterrorista del Consulado liderado actualmente por Alfonso Lucini Mateo (en la imagen). El Consulado mantiene una hostilidad abierta ante el estado que los acoge y en cuya capital se instala. La actitud que demuestra el Consulado es de complicidad permanente con el terrorismo y de un antisemitismo feroz.

  El Ministerio de Exteriores, encabezado por José Manuel Albares, no puede eludir esta afrenta permanente a un país amigo. ACOM insta al ministro a tomar una actitud determinante ante esta situación y destituir al cónsul. Además es imprescindible realizar una reestructuración en el Consulado y capitanear una nueva era en la que queden atrás las manifestaciones antisemitas y las inclinaciones filoterroristas de los miembros de dicha institución.