lunes, 31 de mayo de 2010

Reinventarse

   Cada día más personas necesitan convertirse en otras para lograr el éxito personal (reconocimiento público y privado de su egocentrismo). Algunas renuncian a su identidad anterior y optan por tomar otra más acorde con sus nuevas metas; otras, la mayoría buscan ser mejores. Y para ello necesitan antes que nada librarse de los lastres que tienen su personalidad secuestrada.

   Un buen ejemplo de estos últimos vino reflejado en un reportaje del Magazine de La Vanguardia. "Cuando se acercó la jubilación decidieron qué querían ser de mayores. Y lo hicieron. Tecnoabuelos, escritores, surfistas, modelos, estudiantes, cooperantes en el tercer mundo o perfectos enamorados. Todos ellos se han reinventado a una edad que ni es la tercera ni la cuarta ni ninguna. Sólo es otra etapa de su vida", se decía en la presentación de este sugestivo reportaje.

   Todos deberiamos llevar la R colgada del cuelo para no olvidarnos: hay que reinventarse cada x tiempo, mudar de piel o dejar los prejuicios fuera. Entonces se aproxima uno a la felicidad. Al menos estará rondando la alegría.

domingo, 30 de mayo de 2010

El sofá

   Desplegó las suaves manos por la piel de cuero. El tacto cálido la hizo estremecerse. Abrió el catálogo y marcó con el lápiz su modelo preferido. Su marido en la oficina tenía una gran bronca con el jefe. Repetidas veces se ha mordido la lengua pero esta vez salta, la mecha prende como la yesca. La mujer se dirige con una sonrisa al dependiente señalando con el índice un tresillo de terciopelo azul. Es un modelo muy caro para estar en exhibición, tendríamos que pedirlo a la central. ¿Cómo va a pagarlo? Se muerde el labio inferior. En el despacho permanece sentado mientras el jefe le amonesta. La verdad no me esperaba esto de usted, todo menos el insulto. Pagaré en cómodos plazos. ¿Cuántos días tardarán en llevármelo a casa? Le pido disculpas ha sido un arrebato, no pretendía ofenderlo. Se lo llevaremos en tres días.

   También quiero cambiar la habitación de matrimonio. Entera. Estoy aburrida de la coqueta, las lámparas, la alfombra y de todo lo demás. Las disculpas llegan demasiado tarde. ¡Que le den por culo! El marido hace un gesto ostensible y abandona la oficina. Enséñeme también esas duchas modernas para el cuarto de baño. Sígame señora. ¿Quiere un café? Con leche, gracias. Tenemos también un jacuzzi que también puede pagar en cómodos plazos. En la calle mira hacia la ventana donde está su despacho. Cruza sin percatarse del coche tuneado que se acerca a toda velocidad. Su marido es afortunado. ¿Azúcar? No, gracias.

sábado, 29 de mayo de 2010

Las tetas de la crisis

   "Siempre ha habido épocas de crisis y la cirugía estética se mantiene, porque sigue habiendo gente que ahorra durante años para poder operarse, y se opera. Es evidente que, en general, hay menos demanda, y aún bajará mucho más. Les está ocurriendo a los reyes de la cara, a los grandes cirujanos de Argentina y Nueva York: operan un 50% menos que hace un año. Es muchísimo. En todo EEUU, se opera un 19% menos", reconoce el cirujano plástico Antonio Tapia a El Periódico (29.05.10).


   Y ante la pregunta ¿qué es lo más solicitado? responde:  "el aumento de pechos, aunque también es la cirugía que más ha bajado por la crisis". El titular del diario es políticamente correcto: "La crisis frena los aumentos de pechos".




viernes, 28 de mayo de 2010

El circo mediático

   En 2009 las confesiones de los parados coparon portadas de periódicos y revistas y las horas de mayor audiencia (prime time) en televisión. Una cadena privada  recluye en una jaula (perdón plató televisivo) a presuntos representantes de la generación Ni-Ni (ni estudia ni trabaja). El más duro de corazón, el que más lágrimas de cocodrilo haga derramar a su familia, tendrá más posibilidades de ser ‘rehabilitado’. Un equipo de psicólogos se encargará de sacarle del infierno en que ha convertido su vida. Trabajará o volverá a estudiar y será un hombre de provecho.




   Los parados son expuestos en la plaza pública, desnudados sin pudor, sin respetar su intimidad, ni tener en cuenta que a veces hablan para librarse de sus demonios. A las puertas de las oficinas de empleo se recogen a vuela pluma testimonios, sin tiempo para la reflexión o el análisis. El drama es lo que cuenta. Cuanto más desgarrador tendrá más lectores: “en su casa, hoy sólo entran sus 200 euros, el sueldo de su madre como limpiadora y el subsidio por desempleo que desde hace seis meses cobra su padre. Pero este último ingreso va a reducirse en breve.”

   En la crisis del 93 empezaron a menudear en España los trabajadores que ofrecían un riñón por un puesto de trabajo. En 2009 hubo ciudadanos dispuestos a vender o donar una parte de su cuerpo (órganos, pelo, esperma…) por dinero. La asfixiante situación económica que padecían era la coartada. La asociación de consumidores Facua denunció la existencia de portales de Internet con anuncios de venta de órganos.
   Como en la plaza del mercado los parados ofertan la venta de riñones, pulmones y hasta médulas. Solicitan desde 15.000 euros hasta un millón. Un desempleado, a cambio de formar parte de una muestra en la que se exhiben doce cadáveres, cancelaba la hipoteca de 220.000 euros. Hay circo para rato.

jueves, 27 de mayo de 2010

Imágenes del día


   Un voto le ha dado oxígeno. ¿Hasta cuándo?



   El barco ya parece estar a la deriva como muchos quieren.

miércoles, 26 de mayo de 2010

¿Cómo salir del paro?

   En España el 90% de los empleos -méritos aparte, que los hay- se consiguen por contactos personales. Con la crisis proliferan manuales de autoayuda que dan consejos para salir del túnel. En algunos se encuentran consejos útiles, pero al cabo del tiempo repiten el mismo decálogo y caen en desuso. Los expertos aconsejan prepararse para las entrevistas de trabajo potenciando los puntos fuertes y vigilando los puntos débiles. Para salir sólo queda no desmayar y ser constante pero la carencia de ofertas de trabajo ha puesto el listón muy alto. Por eso hay que entrar en las redes sociales (amigos, ex compañeros de trabajo, clubs de recreo, centros parroquiales…) y virtuales (en Internet se pueden hacer contactos pero hay que saber filtrar los que pueden ser útiles).


   Para salir del paro hay que gozar de autoestima. Así te consideras así vales. Hay que desterrar el complejo de inferioridad y el miedo, malos consejeros.

   ¿Por qué un parado en España tarda mucho más en volver a la actividad que en otros países?
   La respuesta hay que buscarla en el déficit de formación, unida la escasa iniciativa que ofrecen los servicios estatales de empleo, y por qué no decirlo, la excesiva protección de Papá Estado.

martes, 25 de mayo de 2010

Sabio consejo

   "No hacer distinciones entre las personas por su posición social, su origen o su raza me ha servido el resto de mi vida", declara George Wein, pianista, productor y empresario de referencia en el mundo del jazz a La Vanguardia (25.05.10). Wein sabe de lo que habla: es judio y se casó con una negra. Ahora con 84 años sigue dando lecciones de tolerancia.

lunes, 24 de mayo de 2010

Mentes enfermas, la plaga está aquí

   Hace ya dos largos años, el Departamento de Salud de la Generalitat creó equipos de apoyo a los médicos de cabecera formados por psicólogos, psiquiatras y enfermeras para atender en los Centros de Atención Primaria (CAP) la creciente demanda por trastornos de salud mental. Con este servicio se evita medicalizar innecesariamente problemas sociales como los que genera el desempleo.
   Las consultas psicológicas por motivos relacionados con la crisis han aumentado un 12 por ciento en Madrid, según fuentes del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. En zonas de España afectadas por procesos de reestructuración de plantillas la incidencia es aún mayor. Las consultas han aumentado hasta un 30% en Levante ante la caída de la industria azulejera. Además de los desempleados acuden al especialista empresarios y trabajadores. Los empresarios ante la incertidumbre en el horizonte (no poder afrontar los pagos) y los trabadores porque intuyen que serán los próximos en las listas del paro.

domingo, 23 de mayo de 2010

No hay enemigo grande

   "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor..."
   En el país apenas se escuchaba una voz más alta que otra. Don Quijote y su fiel escudero Sancho espoleaban sus cabalgaduras a la caza de un monstruo dañino.

- Tenga cuidado cuando se lo encuentre de frente, mi señor. Dicen el cura y el barbero que es muy astuto. Al parecer tiene siete cabezas que emiten señales equívocas (si se le corta una de ellas, otra le crece mientras ríe). Tiene confundidos a los profetas y hasta los más sabios del lugar han errado en sus predicciones.
- No te inquietes, amigo Sancho. No hay enemigo grande para este desfazedor de entuertos. En cuanto le eche el guante no durará ni un suspiro.
- Dicen que es escurridizo y que puede ser hasta letal, mi señor.
- Te aseguro que en cuanto acabe con él volverá la alegría a nuestro país. Veo ciudadanos mustios, perplejos y resignados.
- Con matar el hambre no termina el malestar, señor.
- ¿Qué tratas de decirme? amigo Sancho. Sabes que con la olla llena se olvidan las preocupaciones.
- No tenemos ni para duelos ni quebrantos.
- Dios proveerá. Ten fe, mi fiel escudero.
- Nuestros congéneres necesitan una ocupación (honorable y honrada si fuera posible) que les mantenga distraídos sin posibilidad de rumiar en sus miserables vidas.
- Te veo muy pesimista a la par que locuaz, amigo Sancho.
- Dicen el cura y el barbero que el monstruo de las incontables cabezas se ha enseñoreado del Reino. Es tan hábil que ha sembrado la semilla de la discordia en la clase dirigente. Los que deberían gobernarnos, entre insultos y recriminaciones con el bando contrario, pierden un tiempo precioso y mientras la cola de necesitados aumenta.
- Yo encontraré la manera de poner remedio a tantos males.


- El peor contagio que puede haber es el desánimo, señor. Y es tan dañino como el cólera. ¿No hay una pócima para curar ese mal?
- Haberla hayla, mi querido Sancho, pero sucede que al despertar la realidad se vuelve insoportable. ¿Qué es lo que veo, allá en lontananza?
- Es una marea humana, señor. Distingo a su sobrina, Antonia Quijana, tan joven y aún sin ocupación para llevar un jornal a casa. Peor lo está pasando Juan Palomeque, el ventero. Se rumorea que ha cerrado por falta de clientela, al igual que Maese Nicolás, el barbero; los hidalgos no se afeitan y cortan el pelo, prefieren gastar los doblones en dar brillo a sus armaduras. Hasta el sabio Frestón que tornó los gigantes en molinos, se ha quedado a verlas venir. Nadie quiere sus augurios.
- No sé, querido Sancho, muy negro me lo pintas.
- Hasta dicen que Maritornes cuando va al mercado pide pescado para el gato, cuando todo el mundo sabe que ese pescado no es para el que maúlla, sino para ella misma.
- Maledicencias, calumnias, envidias. Creo que hay mucho enfermo imaginario. La realidad no es tan fiera como el león la pinta.
- Peor aún, mi señor…
- Tienes gran olfato para aventurar la desgracia, según parece.
- Sentido común, mi señor. Nada tan simple como ver lo que pasa a mí alrededor.
- ¿Me estás llamando ciego? ¿Acaso desconfías de las enseñanzas de tu amo y señor?
- ¡Válgame Dios! Nada más lejos de mi intención. Tal vez sus ojos ven algo diferente a lo que ven los míos. O tal vez su cabalgadura más alta le permite ver más allá del suelo.
- Pudiera ser, querido Sancho.
- Se avecina una tormenta. Lo huelo en el aire y lo noto en las articulaciones de esta rodilla.
- Cuatro nubes mal preñadas serán, amigo Sancho. En cuanto lleguemos a la posada escampa.

   Nunca olvidará el aguacero. Tres días y tres noches de lluvia interminable hicieron rebosar las acequias y desbordase los ríos. Sancho se mordía la lengua aunque deseoso estaba de recordarle sus vaticinios a su señor hidalgo.
- Sabes bien, Sancho querido, que adivino tus pensamientos.
- Pudiera ser, señor…











sábado, 22 de mayo de 2010

40% de vergüenza

   Es la más absoluta simplificación. Son un porcentaje en las estadísticas españolas. Y representan una cifra negativa que nadie se molesta en cambiar. Se les niega el pan y la sal y se les convierte en víctimas, al igual que se ha hecho con las mujeres, los inmigrantes, los veteranos...
   En su país (esta España nuestra) no tienen trabajo o se les desanima para que lo encuentren.
   Valgan estos ejemplos:
- Cada recesión tiene su generación perdida; la presente promete ser masiva y algo extraviada. (Ramon Aymerich, La Vanguardia, 30.01.2010).
- Si todos los jóvenes abandonaran la casa de sus padres más del 50 por ciento serían pobres, según un estudio de Caixa Cataluña.
- La relación entre expectativas y realidades se trunca en las actuales generaciones (Emilio Lamo de Espinosa, Catedrático de Sociología (UCM), ABC 15-03-10).


   Un grupo de jóvenes que no pueden independizarse o han tenido que volver al hogar paterno por culpa de la crisis se  manifestaron en Barcelona, en abril pasado, de la mano de su madre o padre. En la Red recibieron todo tipo de improperios y fueron objeto de rechifla. Mientras tanto el 40% de jóvenes sin empleo nos está pasando factura. Y todos miramos para otro lado.

viernes, 21 de mayo de 2010

Pánico en las plumas

   El mismo día dos articulistas en dos medios distintos (El País y La Vanguardia) nos aconsejan tirarnos por el precipicio, con el argumento de ver escenarios posibles de salida de la crisis.

   Bajo el titulo ‘Ponerse en lo peor’, el socialista y catedrático de sociología, Ignacio Sotelo, escribe en El País: "El espectáculo que ofrece el primer partido de la oposición, empeñado obsesivamente en que el Gobierno nos lleva a la catástrofe, tanto si pretende salir de la crisis salvando el Estado social como si se ve obligado a cuestionarlo, coloca a la sociedad en estado de pánico permanente, con lo que, además de echar leña al fuego de la especulación internacional, se muestra dispuesto, con tal de que caiga Zapatero, a propiciar el mayor desastre. Y lo hace, claro está, sin mencionar las medidas concretas, y de estas se trata, que pondría en marcha si llegara a gobernar. Sabe que si las hiciera públicas perdería las elecciones, y siempre podrá alegar que la herencia que dejaron los socialistas exige las medidas drásticas que seguro luego tomará. En estas circunstancias, ponerse en lo peor, aunque sea como mero ejercicio dialéctico, podría interpretarse como una invitación al suicidio colectivo"...

   Y continúa el optimista Solelo: "Cierto que no es probable que se concatene una desgracia a la otra, pero en la sociedad de alto riesgo en que vivimos hay que estar preparado para responder a los peores desastres. Condición de supervivencia es imaginar peligros y tener preparadas las respuestas adecuadas". Para acabar por reconocer : "Tómense estas reflexiones como lo que son, una pesadilla en una mala noche, pero en ningún caso se echen en saco roto".

   Bajo el titulo ‘La crisis tiene alas’ el escritor Antoni Puigverd apunta en La Vanguardia: "Para evaluar la gravedad de la situación es necesario mirar más allá del súbito empobrecimiento de las clases medias y asalariadas. Si fracasan las medidas de liquidez y austeridad que han improvisado (a modo de esbozo de política económica) los países fuertes de Europa, el riesgo de colapso es enorme. Si el euro estallara y, consiguientemente, cada uno de los países de la UE tuviera que regresar a la disgregación de la que partió, ¿qué tipo de sociedad y de economía serían posibles? Imaginarlo produce vértigo"...
   Y añade: "Oposición, sindicatos y patronales van a lo suyo, como el Gobierno, cuyo plan de recortes despierta tantos interrogantes. Todos parecen decididos a aprovechar la ocasión para sacar tajada del naufragio: defienden miopes intereses de facción, capean el temporal o esperan contemplar el cadáver del enemigo. En la calle se producen los primeros ensayos de conflicto social. El "sálvese quien pueda" tiene, ciertamente, justificación: el capitán del barco no quería aceptar que habíamos entrado en aguas tempestuosas; y cuando ya no pudo negar que el barco estaba siendo azotado por una tempestad histórica, se mostró errático y evasivo. "Que muera en el intento –claman todos–, lo tiene merecido". Para terminar: "O los actores principales son capaces en este grave momento de dar el do de pecho y encontrar fórmulas de concertación o el barco se irá a pique".

   Tal vez hubiera sido mejor, apreciados Sotelo y Puigverd, haber dejado la pluma en el tintero.


jueves, 20 de mayo de 2010

Estado de ánimo

   Estado de ánimo y bolsillo nunca han ido tan unidos en la cabeza y el corazón de los españoles. En el hogar hay que rendir cuentas cada día. De pronto suena el teléfono y es un empleado del banco para recordar, no siempre en tono cordial, el atraso en el pago de la hipoteca, un descubierto en la cuenta o el anuncio de la cancelación de la tarjeta de crédito. A la segunda llamada el encargado de cobros de la compañía de seguros en plan investigador privado interroga por qué no se ha abonado la cuota del seguro de vida en el plazo previsto. ¿Sabe usted que el banco ha devuelto el recibo? El ciudadano de a pie sometido a tan denigrante interrogatorio niega la mayor y se pregunta porque le llaman por teléfono a las nueve de la noche en lugar de enviar una carta que es el conducto habitual. El empleado le aconseja que apunte el número de cuenta donde puede ingresar el recibo pendiente.


   “La economía no es sólo dinero, es un estado de ánimo”, respondió el presidente Zapatero en “Tengo una pregunta para usted”, el popular programa de televisión española. Fue a finales de enero de 2009. Desde entonces el estado de ánimo de los españoles, medido en términos psicológicos ha caído en barrena. El trabajo es el único bien que poseen millones de personas y su pérdida es una tragedia para el que la sufre. Haber contado una situación previa de bonanza económica agrava el problema, ya que los que van al paro arrastran deudas contraídas en la etapa de vacas gordas, a las que ahora difícilmente pueden hacer frente.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Demonizar al parado


   El paro violenta la mente del ciudadano, desvirtúa la relación con la familia y el entorno y lo contamina todo. El ‘pirómano del INEM’ - como fue bautizado C.T., el parado de larga duración que había agotado el cobro del subsidio, - incendió en Madrid dos oficinas en un solo mes. (El parado pirómano vuelve a la carga. Abc, 05.09.1997). Para justificar su acción declaró que prefería la cárcel antes que perder su dignidad pidiendo limosna. De nuevo la dignidad es la excusa para tratar de justificar acciones violentas. El ‘pirómano del INEM’ excusó su acción para no convertirse en un pobre de solemnidad. Pero ante su acción reprobable la opinión pública lo denigró con el citado apelativo. Su abogado defensor alegó ‘enajenación mental’ para justificar su anómala conducta. El Tribunal que le condenó a cinco años y tres meses de prisión sostuvo que C.T. “presenta un trastorno de personalidad con rasgos de tipo paranoide” que le afectó en el momento de ejecutar su alevosa acción.

   Meses después otro desempleado, C.L., también en la capital, roció con gasolina a un funcionario y sacó un mechero, que trató de encender varias veces, al tiempo que gritaba: “Te voy a quemar a lo Rambo”. Un tercero, F.L. remitió a su empresa un paquete fingiendo que era una bomba de ETA para exigir la readmisión inmediata de cinco trabajadores despedidos. La crisis provocará más estragos mentales y consecuencias perjudiciales entre los hombres que entre las mujeres. “El hombre vive como una ruina no ser capaz de dar la talla, no poder alimentar a su familia”, subraya Juan José López-Ibor, catedrático y director del Instituto de Psiquiatría. Un diagnóstico en el que coinciden varios eminentes psiquiatras. En épocas de grandes convulsiones la depresión, el suicidio, el alcoholismo y los episodios de violencia, además de enfermedades como los infartos agudos de miocardio, se registran más entre los varones.

  
   Hace unos días (11.05.10) la prensa catalana adelantaba en la Red la agresión sufrida por la alcaldesa de Roses (Girona) por un parado. El detenido había trabajado en la Fundación municipal Ayuda al discapacitado de Roses, pero le habían despedido y, desde entonces, reclamaba al consistorio un puesto que, según él, le habían prometido. Jaime S., que hace semanas que se manifiesta delante del consistorio pidiendo empleo, ya había amenazado a la alcaldesa hace unos meses y ésta le denunció en febrero, según la versión del consistorio.



martes, 18 de mayo de 2010

Clandestinos a la fuerza


   El aumento de las prestaciones por desempleo (más de 34.000 millones de euros contabilizados a fecha de hoy) ha provocado que centenares de miles de españoles e inmigrantes se hayan vuelto clandestinos. La economía sumergida avanza en España a pasos agigantados. Representa ya más del 20% del PIB y la tendencia es que aumentará con las últimas medidas económicas.
   A la caza de los ilegales la Inspección de Trabajo lleva denunciadas más de 50.000 infracciones por falta de alta a la Seguridad Social, ha localizado a cerca de 15.000 trabajadores que no tenían permiso de trabajo y a otros 10.000 que estaban cobrando prestación por desempleo y detectó hasta 1.125 irregularidades vinculadas a otras prestaciones.

lunes, 17 de mayo de 2010

Teoría del enchufe

   Sin enchufes es imposible obtener un buen trabajo. Es lo que se escucha al cabo de la calle. Y es cierto. Pocos pueden sacar pecho y decir que han obtenido el empleo por méritos propios. Siempre está ahí el contacto que te echó una mano por ser amigo de la familia, amigo de un amigo, etc.
En España el nivel de enchufismo y recomendaciones llega a niveles tercermundistas. Sólo en Estados Unidos prevalece el dicho de que el ‘que vale llegará a lo más alto’. ¿Alguien quiere pruebas?



domingo, 16 de mayo de 2010

El hilo de la cometa

   Hace tiempo que he perdido el hilo de la cometa. Ya sé que es una forma de hablar. Es la que me ayuda a explicar que estoy descolgado; vamos, en vía muerta. Parece mentira como te puede cambiar la vida. Esto no es vivir. Lo sé. Estoy condenado. Pero no quiero resignarme. Que sea lo que Dios quiera. Necesito algún indicio, una señal de que esto va a cambiar. Entretanto los amigos me dicen, sin rubor.
- ¡Como has envejecido!
- Sois unos malditos cabrones- les respondo desabrido.


Van y se ríen. Ignoran que cuando me lo dicen pierdo pie como si pisara arenas movedizas.
         Me siento como un avión con el motor incendiado y ya no levanto cabeza en lo que queda del día.
     Ya somos demasiados los que estamos contra las cuerdas, esperando con ansiedad el toque de la campana.
- ¡Cállate! No seas aguafiestas – me gritan mis compañeros.
   Nunca lo hubiera pensado de ellos.


sábado, 15 de mayo de 2010

Sonreir por algo

   Ahora más que nunca hay que buscar motivos para sonreir. Los encontraremos cerca de nosotros, donde también anida la tristeza o la depresión en que han caído tantos ciudadanos. Hay que ser optimista y ver el lado positivo de las cosas pero tampoco hay que despeñarse con la absurda risioterapia de la que tanto se abusa hoy en día.


 
   La felicidad de un niño es un motivo más que suficiente, la ilusión de un octogenario que no se deja sepultar por el peso de los años otra razón poderosa. Sonríamos aunque en la prensa anuncien sin rubor que se avecina una semana negra (ver titular de La Vanguardia 15.05.10).
   Ojalá no se cumpla esta oscura profecía. Queremos un poco de alegría.

viernes, 14 de mayo de 2010

Inmolado sin enterarse

   Contra viento y marea, Zapatero decidió librar una cruzada en solitario contra el capitalismo salvaje. Haciendo oídos sordos a las alarmas y con el país en estado de ‘emergencia nacional’,el presidente repetía que no cederá ante el chantaje para recortar la cobertura social.
   “O hay una salida social a la crisis, o no la habrá”, fueron sus palabras.

“Que nadie quede abandonado a su suerte, aunque pierda su puesto de trabajo”, fue otra de sus promesas.
Si las hemerotecas no mienten, ya en marzo de 2008, Zapatero decía a los españoles: "Nuestra política es la adecuada. Los ciudadanos y empresas pueden mantener un margen de tranquilidad. Vamos a poner todos los medios para ayudar a los desempleados así como aliviarles de cargas hipotecarias. Se hará todo el esfuerzo posible".

   Zapatero advertía entonces a los que proponen recortes de salarios y de derechos que no "llamen a la puerta del Gobierno", porque su compromiso es ampliarlos, especialmente la cobertura por desempleo. El presidente hizo esta declaración durante la inauguración del 9º Congreso Confederal del sindicato CC.OO. Según el presidente, el Ejecutivo será "sensible y estará abierto" a las propuestas que los sindicatos hagan en el diálogo social en materia de cobertura por desempleo.

   La protección social (que los parados no queden al desnudo) fue el eje de su mensaje. Pero la realidad choca con sus deseos: por cada cuatro euros destinados a pagar prestaciones sólo se dedica uno al fomento del empleo y la recolocación de parados.

   Si se le preguntara el ciudadano de a pie responderia que prefiere trabajar a comer la ‘sopa boba’. Es consciente de que no puede estar toda la vida subsidiado y que está protección le aleja de la posibilidad de buscar trabajo.




jueves, 13 de mayo de 2010

10 llamadas a la reacción


   Desde que estalló la crisis, agosto 2007, sociólogos-columnistas, políticos, periodistas, analistas, empresarios y sindicalistas vienen avisando sobre la posibilidad de que se produzca en España una violenta explosión popular. Las señales ante un previsible estallido social son evidentes: la precariedad del empleo, la pérdida del poder adquisitivo, la dificultad para llegar a fin de mes y acceder a una vivienda digna.


   ¿Habrá un estallido social? Esta la cuestión que más inquieta al Gobierno de Zapatero, sobre todo desde las medidas ‘antisociales’ anunciadas el pasado 12 de mayo. En los centros de poder más influyentes -‘think tank’, laboratorios de ideas, observatorios, fundaciones ideológicas- se estudian los escenarios posibles.

  He aquí 10 llamadas a la reacción que no tuvieron respuesta, tanto de gentes y medios de comunicación de la izquierda como de la derecha.

1.- “Los jóvenes españoles tienen motivos suficientes para estar descontentos. Tienen mayores dificultades para acceder a viviendas y formar nuevas familias. Ante estas presiones no es extraño que haya gente joven -y no tan joven- dispuesta a protestar. Podría suceder, incluso, que personas que se sienten agraviadas por otros procesos de exclusión social decidan sumarse. El contexto de crisis propicia que la revuelta se pueda reproducir en cualquier país”, a juicio de Josep Espluga Trenc, sociólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona. (La chispa griega o un nuevo Mayo del 68 Abel Grau 22/12/2008 El País).

2.- “Lo que más me sorprende de la situación que estamos viviendo en España, es la pasividad. Cuando hablas con alguien que está en el paro, cosa que no es ya por desgracia infrecuente, te lo cuenta con aparente tranquilidad, como si el subsidio le adormeciera, o como si no acabara de creerse que las cosas han cambiado. Es esta una situación nueva. Y no hemos reaccionado aún por ella, como el que aún no ha llorado por una desgracia. Vivimos un tiempo de nadie, denso, inútil, pesado, en el que parece no estar ocurriendo nada, como si todo estuviera a la espera de no se sabe muy bien qué. Se parece a la calma que precede a las tormentas; me recuerda este tiempo al paréntesis que hay entre el claro y la nube negra, de una luz irreal y amarilla, en el que hasta las hormigas han notado ya la pesadez del aire y salen a volar por vez primera de sus escondrijos en la tierra, aunque estén los gorriones esperándolas. Y nosotros, ¿qué hacemos?”, se preguntaba Mónica Fernández Aceituno, columnista de ABC (Pasividad, 23.01.09).


3.- “A medio plazo, el malestar social causado por la burbuja del desempleo expansivo ya no se podrá contener, y lo más probable es que empiece a aflorar en forma de protestas sociales, conflictos interculturales y convocatoria de huelgas generales o salvajes según el reciente ejemplo francés. ¿Qué es lo que hoy retiene su abierto estallido?”. El sociólogo Enrique Gil Calvo daba esta explicación en El País (02/02/2009): “Cabe imaginar que una posible razón es la actual composición social del desempleo, que hasta ahora se concentra sobre todo en los cinco millones de inmigrantes atraídos por el boom español del ladrillo. Unos contingentes de inmigrados que, a causa de su exclusión social, no tienen capacidad organizativa ni recursos para movilizarse, por lo que difícilmente iniciarán protestas ni crearán conflictos. Pero en cuanto el desempleo se extienda a los trabajadores autóctonos, y sobre todo a las clases medias profesionales, entonces el malestar estallará y se traducirá en abiertos conflictos que podrían generalizarse. Y hay indicios de que ese malestar social de clase media ya está entre nosotros, por latente y sorda que de momento sea su manifestación.”


4.- “Es imprescindible que se produzca la reacción de la sociedad, que ya no puede permanecer impasible, espectadora, testigo de lo que sucede, sino que tiene que participar, activamente”, sostiene Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Unesco. Mayor Zaragoza no deja de asombrarse ante el comportamiento de “unos ciudadanos perplejos pero obedientes y resignados”. (24.04.09/ Europa Press).

5.- “La revuelta de la desigualdad sacude al mundo entero: de Moscú a Helsinki, de Londres a Washington y de Berlín a Buenos Aires. En Internet encontramos páginas que invitan a quemar o a colgar a los banqueros. Y probablemente esto sólo acaba de empezar”, advertía hace dos años el sociólogo Ulrich Beck (La revuelta de la desigualdad 04/05/2009 El País).

6.- ¿Cuándo estallarán las calles? se preguntaba Aurora Mínguez, desde Berlín en www.elconfidencial.com (07.05.09).”Tarde o temprano, en Europa habrá una crisis social. Inevitable y dramática. Lo piensan y temen la mayoría de los gobiernos de la UE, aunque callan. Lo ha dicho, serena pero claramente, Jean Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo, presidente del Eurogrupo y una de las cabezas más lúcidas del panorama europeo: “La recesión va a llevar a los ciudadanos a unos niveles de desesperación desconocidos. Habrá una crisis de empleo en toda Europa y una fuerte inestabilidad social”.

7.- “El previsible declive de la clase media, la falta de trabajos cualificados, el becarismo rampante, la baja natalidad y el desfase en gasto social respecto a Europa están creando una atmósfera inflamable que abre la posibilidad de estallidos similares a los de Grecia o Francia”, señala José Félix Tezanos, director de la Fundación Sistema del PSOE (22.06.09/El País)

8.- Ciertamente, puede parecer asombroso que las movilizaciones obreras no agiten las calles de España o de la Europa comunitaria, donde se han destruido ya más de 22 millones de puestos de trabajo; pero la protección social, los subsidios, las redes familiares están conteniendo, en una parte, las protestas. La otra parte radica en que los más perjudicados, por muchos que sean y poco que tengan, por mucho que penen, sindicados o no, no saben, concretamente, contra quién protestar, afirmaba Vicente Verdú (La vida sigue más allá de la crisis 28/06/2009 EPS).

9.- “¿Cree que cuando se acaben las prestaciones por desempleo, que actúan de paliativo, tendremos problemas?” preguntó un periodista a Fernando Vallespín, ex director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), organismo gubernamental que pulsa mediante encuestas el sentir de los ciudadanos. “No sé cuándo estallará el conflicto, quizá dentro de cinco o seis años, cuando se produzca un cambio de actitud ante la inmigración. Esta crisis “nos traerá conflictos que creíamos olvidados, con sectores enteros en la calle, manifestaciones, huelgas…” (La Vanguardia, 02.08.09)

10.- “O nos levantamos, o nos comerán a nosotros y a nuestros hijos. Es hora de imitar a Grecia”, alientan españoles en la Red. En los foros, refugiados en el anonimato, se insulta a altos cargos del Gobierno, se vierten consignas criminales, se proponen abucheos a los ministros del Gobierno. En la Red muchos desencantados dan rienda suelta a sus instintos. De momento en Internet se registra el gran estallido, no en la calle. La Red permite coordinarse entre sí, establecer conexiones entre diversos territorios y planificar actuaciones conjuntas.




miércoles, 12 de mayo de 2010

Menú del día: reducción de sueldos



   El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado en el Congreso que va a reducir el sueldo de los funcionarios un 5% para la segunda mitad del año y que no los subirá en 2011; congelará las pensiones el próximo ejercicio y suprimirá la ayuda de 2.500 euros por nacimiento, el conocido como cheque bebé, desde el 1 de enero. 'Medidas valientes', dice su ex ministro de Economía, Pedro Solbes. 'Medidas tardías' es la opinión de la ciudadanía.

"Es el Menú del día (no hay otro para elegir)" ha dicho de manera gráfica Ángel Laborda, jefe de estudios de Funcas, el servicio de estudios de las cajas de ahorros. "Con estas medidas vamos de la recesión a la depresión", ha enfatizado el economista Ramón Tamames. "Vamos a ser examinados desde Europa", ha advertido el ex ministro socialista Miguel Boyer.

martes, 11 de mayo de 2010

Fuegos artificiales

Euforia, suben las bolsas. Depresión, bajan las bolsas.
Un joven se queja en las cartas al director de que tiene exceso de formación y por eso no le dan trabajo.
Cada vez más gente come de la caridad.

lunes, 10 de mayo de 2010

El principio del fin

   "La mejor definición de Zapatero la he encontrado en el Diccionario marítimo español. En la letra Z aparece la palabra zapatero: "Dícese del que maniobra o ha maniobrado mal, o no entiende la maniobra". Este es, exactamente, mi concepto de Zapatero, con el que no hablo desde hace dos años. Todo lo que teníamos que decirnos nos lo dijimos muy educadamente, y poco queda que añadir. Zapatero está amortizado".

   Son declaraciones de Artur Mas, presidente de CiU (09.05.10-La Vanguardia).

   A partir de ahora sólo queda para algunos:
   - Ver pasar el cadáver del enemigo.

   Hay que estar atentos a los movimientos que se avecinan.
  Entre tanto seguimos en la inacción permanente.
  ¿Hasta cuándo seguirán los ciudadanos resignados?
 

domingo, 9 de mayo de 2010

Día de suerte

   Lo advertí al tiempo que un joven fornido y mal encarado que venía de frente. Me tiré al suelo y lo atrapé. Lo guardé en la cartera y seguí adelante sin volver la cabeza. Será falso, pensé. O uno de esos billetes de pega con publicidad por el otro lado. Nadie pierde una cantidad así. No es que lo hubiera presentido. Estaba seguro de que hoy sería mi día de suerte. Me dio por pensar en las casualidades que trae la vida. El billete estaba en el suelo justo en el momento que pasé por allí. Y mis ojos lo vieron. Podía haberlo cogido el joven fornido y mal encarado. Creo que ni se fijó porque no hizo el más mínimo movimiento cuando pasé a su lado. ¿A quien se le caería? Y si era de alguien sin recursos. No, me respondí. Un desesperado no lleva cien euros encima. Y si los llevara es incapaz de perderlos. Es como si perdiera un hijo, me dije por exagerar un poco. Tal vez fuera parte de la pensión de uno de esos ancianos que no saben llevar el dinero en la cartera sin exhibirlo ostentosamente. El billete había llovido del cielo. Si todos los días encontrara un billete de cien euros no me haría falta buscar trabajo. No parecía tan difícil. En mi cartera guardaba uno desde hacía cinco minutos. Pasearía cerca de los bancos, de los cajeros automáticos, de las tiendas, de los bingos, de los bares con máquinas tragaperras; en fin de todos esos lugares donde la gente entra o sale con dinero a manos llenas. Y, a veces, con suerte, algo se les cae al suelo.
También hice recuento de los miles de paseos que llevaba dados por mi ciudad –ya tenía más de cuarenta años- y en los que había encontrado como máximo cinco o diez euros. El billete de hoy superaba todos mis cálculos. Pero tal vez entrara en la ley de las probabilidades volver a encontrar uno, o dos, o tres. Con mis ojos habituados a resquicios que pasan inadvertidos para el común de los mortales escruto todas las calles.Nada se me escapa, ni en las aceras ni al borde de la calzada, ni bajo los árboles, ni alrededor de las alcantarillas. Soy un experto en detectar dinero por el suelo. Miro debajo de la rueda de un coche, de los pies de los transeúntes, en los recovecos más inesperados. A veces me sorprendo con la cabeza ladeada en un escorzo imposible hasta que las venas del cuello se me hinchan. Tengo una técnica infalible que no desvelaré. Adiestrar los ojos me ha llevado su tiempo y una visita al oculista. Me pasé de la raya y por fortuna pudo corregirse a tiempo o me habría quedado ciego.

   Empecé por comprar una libreta y apuntar en ella las ganancias de la calle (gratis total) a las que muy correcto descontaba el desgaste de las suelas de los zapatos. En dos meses llevaba encontrados trescientos veintidós euros. Los rutinarios paseos se habían convertido en una forma de ganarme la vida, por qué no decirlo en un trabajo, aunque de momento escasamente remunerado. Quizá mañana o esta misma tarde me llegaría el golpe de suerte. Una cartera con tres mil euros arrojada por descuido a una papelera o una gran bolsa de basura mal anudada con sesenta mil euros en billetes pequeños. Todo podía suceder. La prensa daba cuenta de estos hallazgos. Por lo general era gente honrada que devolvía lo encontrado. Salían en la foto, sonrientes y sin blanca. ¡Imbéciles! A bote pronto recuerdo un taxista, un barrendero y hasta una limpiadora. Los samaritanos suelen ser humildes. La persona que se lo queda no dice ni pío. Es ley de vida.

   Si lo pierden es que no saben cuidarlo. Así que aplicaba la ley de la calle: lo que está en el suelo para quien lo ve primero. Y lo cogía, claro, antes de que un listo se me adelantara.

  
En cierta ocasión un hombre estaba en una tienda comprando pipas y cacahuetes cuando para pagar tal minucia sacó del bolsillo del pantalón un manojo de billetes de cincuenta euros. Los desplegó y alisó sobre el mostrador. Deduje que debía de sobrarle el dinero y eso que no tenía pinta de rico; iba mal vestido y con los zapatos arañados. Sin darme cuenta estaba a su lado, viendo aquellos billetes deslizarse entre sus dedos, muy pendiente de que al meterlos en el bolsillo no se le despistara alguno. Ya tenía presto el zapato para pisarlo. Y ya se sabe que los billetes al caer no hacen ruido. Pero el hombre estuvo hábil. Recogió la calderilla, enrolló los billetes y los metió en el bolsillo igual que un pañuelo usado. Tal era su desprecio por el dinero.

   Tanto tiempo en la calle me hizo discurrir una y mil maneras para localizar el dinero. Me hice con un pincho de barrendero y me ejercité en la caza de hojas y papeles volanderos. Con gran encono removía todo tipo de restos para ver que había debajo. Es asombroso lo que la gente deja caer cuando están bebidos, cansados o distraídos. Con el pincho hurgaba entre las rendijas del alcantarillado y encontraba las cosas más inverosímiles, la foto de una novia ya descolorida, un prendedor del pelo, el mango de una navaja, un anillo ensangrentado…

   En una ocasión llegué a tirar una moto de gran cilindrada creyendo que un billete azul asomaba bajo la rueda delantera. Saltó la estruendosa alarma y destellaron las luces azules como las de la policía. Cuando su propietario apareció desencajado señalé con el dedo a un chiquillo que se alejaba corriendo. Llegaba tarde al colegio. A cambio recibí una propina. Un ingreso extra que no contabilicé en mi libreta.

   Me paso el día en la calle. Y desde hace algún tiempo también la noche. La noche, con las calles despejadas y solitarias, es ideal para salir en busca de objetos perdidos. Con una potente linterna y bien abrigado, el invierno es húmedo y frío, me desplazo por toda la ciudad. El haz de la linterna barre los lugares más insospechados. En cierta ocasión se quedó clavado en dos pares de zapatos, de mujer y hombre, que jugueteaban hasta que caí en la cuenta que eran de la pareja que estaba sentada en el banco deshojando la margarita. Me tomaron por un voyeur y tuve que salir por piernas. Peor lo pasé cuando me di de bruces con los faros de un coche de la policía. Me tomaron por un vulgar ratero, la linterna, el pincho y mi chándal de rapero no daban lugar a equívocos. Además no supe explicarles que hacía a las tres de la madrugada con ese instrumental por la calle que cuenta con los escaparates más lujosos de la ciudad. Me soltaron al amanecer por falta de pruebas y carecer de antecedentes penales.


Como no soy tonto, ni creo haber enloquecido presa de una manía compulsiva, me he marcado un plazo. En mi situación es lo más razonable. Estamos a primeros de noviembre, si antes de Navidad no he dado con el hallazgo del siglo abandonaré y buscaré un empleo. De los de verdad.

   Llegó la Navidad – el frío, las luces y los villancicos- sin que apareciera un talón al portador o una cartera abultada. Iba a tirar la toalla cuando tuve una revelación. Esta ciudad es demasiado grande y está muy trillada. Demasiados merodeadores. Así que empecé a viajar y cuando quise darme cuenta recorría el país de punta a punta. Sabía en que poblaciones perdían más billetes, en que pueblos corrían monedas de canto por las aceras. Pero pese a toda la experiencia acumulada las cuentas no me salían. En cuatro meses había levantado del suelo poco más de mil quinientos euros. Entre la comida, pagar la pensión y un par de zapatos nuevos lo comido por lo servido.

   Para eso mejor me pongo en una esquina o a las puertas de un centro comercial. Se trata tan solo de alargar la mano y esperar la caída de las monedas. Pero eso no va conmigo. ¿Y salir al extranjero? No me parece mala idea. Para comprar el billete de avión me pongo a vender todo aquello que he encontrado en mis batidas. Y ahí vino mi perdición. La policía apareció en mi casa por sorpresa. En una bolsita transparente traían el anillo que yo había lavado y desinfectado antes de llevarlo a la casa de empeño. Pertenece a una jovencita violada y asesinada. En mi cómoda guardo el mango de la navaja. No tardaron en encontrarlo. Ahora estoy entre rejas. Pasaré una larga temporada. Pero ya me he trazado un plan. Hay reclusos con mucho dinero. Me convertiré en su correveidile y no tardaré en ganar unos euros. Y en los días de bis a bis me he pedido barrer la sala de visitas. Uno nunca sabe lo que se puede encontrar. Hoy me han pillado con una lima que recogí abandonada en un banco. La policía no me cree. También es mala suerte.





sábado, 8 de mayo de 2010

El adiós definitivo

   Cuando tuve conciencia del suicidio siempre lo asocié a una decisión drástica ante un desengaño amoroso, a la salida honorable para un enfermo terminal, a la locura de un enajenado o a la imperiosa necesidad de desaparecer de alguien cruelmente humillado y ofendido. En el transfondo siempre el honor y la dignidad.


   Cuando tuve conciencia de que hay parados que también se suicidan traté de comprender el por qué, los motivos…Un enamorado rechazado deja de ser, un enfermo incurable pierde las ganas de vivir, un enajenado se mata porque sí, alguien mancillado no quiere pertenecer al mundo de los vivos. ¿Por qué se quita la vida o se deja morir un ciudadano que no encuentra empleo?

   A finales de diciembre de 2009 un diario español elegía al parado, personaje del año (España doblaba la media de paro registrada en la Unión Europea). Desde hace unos años en todo el mundo los ciudadanos en precario son carne de cañón de los medios de comunicación. Sus violentas acciones, las escasas veces que se han producido, ocupan las páginas de sucesos. Sus lamentos y peticiones de auxilio (los parados terminales al igual que los yonquis o enfermos de sida existen) provocan un circo mediático. Pero es un eco medido y controlado: se rebusca en la miseria el titular del día, no se ofrecen soluciones.



   De los ciudadanos muertos a causa del paro poco se sabe. Y los hay. Aunque los medios de comunicación, en su mayoría, prefieran esconder la cabeza bajo el ala y opten por ignorarlos. Unos se suicidan callada o ruidosamente en el propio hogar (la soga, la explosión de gas) o en un lugar apartado (‘el bosque de los suicidas’ es el romántico nombre que se le da en Japón). Otros se convierten en teas incendiarias en plena calle clamando justicia.

   Enseguida se les buscan antecedentes mentales para justificar el abrupto adiós. ¿Están locos todos los enamorados que se suicidan? ¿Todos los enfermos terminales? ¿Todos los ofendidos? ¿Por qué los enajenados saltan de las azoteas? ¿Están locos los parados que atentan contra su vida? Y de estarlo habría que preguntarse: ¿Cuándo perdieron la cordura? ¿Por qué?

   Hay parados que mueren de tristeza (la depresión es la gran plaga del Siglo XXI) y a otros se les escapa la vida en la orilla de la playa, al volcar la patera, ante los ojos sorprendidos o indiferentes de otros ciudadanos.







viernes, 7 de mayo de 2010

El arquitecto que hace recados

   Llega cada vez con un coche diferente de alta gama (Mercedes, BMW…), carga la mercancía y sale de estampida. Cuando entrega los pedidos a domicilio no le dan propinas al creer que es el propietario de la empresa. Trabaja sábados y hasta domingos y en las horas más duras del día (debe comer un sándwich en ruta). “Es arquitecto y se ha quedado en el paro”, dicen las comadres cuando le ven llegar. ¿Y por qué no vende uno de los coches? Le darían poco y además los está pagando”.


   La profesión hasta hace poco más prestigiada ha caído en picado. Pero hace muy mal el nuevo sindicato de arquitectos de España en poner a estos grandes profesionales a los pies de los caballos. No se puede devaluar. Vendrás tiempos mejores y entonces se venderán muy barato.

jueves, 6 de mayo de 2010

Lección de Obama

   “No creo que el Partido Demócrata tenga el monopolio de las buenas ideas. Creo que los republicanos tienen mucho que ofrecer. Y lo que voy a hacer es escuchar y aprender de mis colegas republicanos. Y siempre que logren convencerme de que es algo que va a beneficiar a los estadounidenses. Que no se les haya ocurrido a los demócratas y sean los republicanos los que lo estén promoviendo, no es una buena razón para no hacerlo”, era el mensaje de Obama a primeros de 2009.
   “Y habrá ocasiones en las que tendremos disputas. Pero yo no voy a buscar pelea, y sí voy a buscar toda la cooperación posible, y estoy abierto a cualquier idea que me presenten”.
   Un espejo en el que mirarse Zapatero y Rajoy.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Tener o no tener

   La crisis está cambiando los hábitos y actitudes de los españoles. Nada volverá a ser igual. El país empieza a dividirse entre los que tienen un empleo – 19 millones de afortunados- y los que no lo tienen. Los primeros se sienten privilegiados; aunque centenares de miles son conscientes de que viven de prestado en el trabajo y de que serán los próximos en caer. La espada de Damocles pende sobre sus cabezas. Los segundos en caída libre se sienten expulsados de la rueda del trabajo que gira sin fin.

   Expulsado del mercado de trabajo el parado es más sensible a la desigualdad. El trato de favor dado a los bancos por los Gobiernos - millonarios planes de rescate- contrasta con las miserias que en su hogar afloran cada día. “La revuelta de la desigualdad sacude al mundo entero: de Moscú a Helsinki, de Londres a Washington y de Berlín a Buenos Aires. En Internet encontramos páginas que invitan a quemar o a colgar a los banqueros. Y probablemente esto sólo acaba de empezar”, advertía cuando estalló la crisis el sociólogo Ulrich Beck.

   El sordo malestar aumenta.

martes, 4 de mayo de 2010

Cartas sin respuesta

   "Dicen que la crisis se está acabando, pero el lunes 31 de noviembre despidieron a mi sobrina de 43 años a causa de un ERE... el martes 1 de diciembre despidieron a mi hija de 30 años, licenciada en Historia del Arte y con idiomas...el jueves 3 le comunican a mi nuera, que tiene la carrera de documentalista -con doctorado posterior, además de una licenciatura en Marketing y el Proficiency en inglés-, que debido a que la empresa no gana lo suficiente necesitan despedirla de inmediato. Era una Carta al Director de finales de 2009.


   "Yo creía en este país. Por ello estudié dos carreras, hice un MBA, estudié idiomas, me formé de manera constante, trabajé desde los 16 años, y ahora, cercano a los 40, divorciado y con una hija, soy uno de los más de cuatro millones de parados. Desde el primer momento me puse a buscar trabajo y sólo encontré respuestas negativas..."  Esta Carta es de ayer, tres de mayo. ¿Les suena la música? La letra es bien sabida.




lunes, 3 de mayo de 2010

El pan, rey de la especulación

   Iba yo a comprar el pan con la calderilla sobrante y me quedé de piedra. Si ayer me llegaba para la baguette con 33 céntimos, hoy estaba a 72 céntimos –y era exactamente la misma-. Hay días que puedo comprar dos baguette por el precio de una y no me lo explico. La compulsiva especulación que realizan las tiendas (desde la del barrio al super o al hiper) con el precio del pan se puede derivar hacia otros alimentos esenciales: leche, huevos, etcétera.


   Lo que hoy vale tanto, mañana la mitad y pasado el doble. El ciudadano inerme se tira del pelo y empieza a pensar que se lo llevan tomando mucho tiempo. Hoy hablamos del pan, otro día podemos hacerlo del precio de una vivienda y luego nos explicamos lo de la burbuja.

domingo, 2 de mayo de 2010

El cuarentón

Arrojó las relucientes monedas contra la bandeja y esperó la vuelta.


- Falta un euro- le amonestó el cobrador.

- ¿Cómo?

- Un euro, señor, o se baja.

   Rebuscó en los bolsillos hasta dar con una moneda escondida en los pliegues del pañuelo. La moneda rebotó furiosa en la bandeja. El conductor le entregó el ticket sin inmutarse. Al fondo había un asiento libre pegado a la ventana. Después de comprobar que estaba limpio trató de acomodarse. Estiró las piernas tocando con las punteras de los relucientes zapatos el asiento delantero. Al mirar por la ventanilla era como si el mundo se hubiera quedado sin color. El persistente gris le acongojaba y le hacía sentir frío en los huesos. Cuanto le rodeaba, hasta la sonrisa del niño que descaradamente buscaba la suya, estaba impregnado por la tristeza. Acababa de cumplir los cuarenta y cuatro. Tenía el ánimo de un náufrago al que una ola le arrebata el salvavidas.

La línea circular del autobús en sus repetidas vueltas por la ciudad le hizo regresar al primer escaparate, a la tienda donde eligió emocionado un regalo para su primera y única novia.

- Llegarás lejos- le dijo ella enlazándole las manos con tanto embeleso que sintió que la rechazaba.

   Su novia desde el principio cayó rendida a sus pies. Mónica le propuso un día una escapada lejos de sus padres fingiendo un viaje con una compañera. Pasaron tres días completamente desnudos en una cabaña de la sierra. Hacían la vida en la cama como John Lennon y Yoko Ono. Fumaban porros sin parar de hablar. La nevera junto a la mesilla de noche les saciaba el hambre. Nada más necesitaban.
Los frenos chirriaron y el autobús se detuvo a la puerta del café donde se le había declarado. Mónica, te quiero más que a nadie en el mundo. Le dio vergüenza rememorar el susurro y la grandilocuencia de su voz adolescente. Los ojos de Mónica no dejaron de sonreír hasta que la despidió en el portal. Demasiado empalagosa y posesiva, se dijo mientras devolvía el guiño al niño que vuelta la cabeza le miraba desde el asiento delantero.


- ¿Dónde va, señor?

- Lejos, muy lejos, mocoso.

   Ni siquiera sabía que hacía en el autobús. Se había plantado en la parada en su día libre, alzado la mano y subido presa de emociones incontrolables. Varios compañeros habían sido expulsados del trabajo el último mes. Sin duda sería el próximo. Tenía un historial envidiable, un perfil insuperable, pero la bestia podía con todo.

   Tras los ventanales un hombre maduro, atractivo, el pelo encaneciendo sabiamente, con un punto de nostalgia en los ojos. Así lo vio la agente de policía que dirigía el tráfico en la hora punta. Lo tuvo ante el cristal unos segundos, los suficientes para sentirse atraída. El conductor palideció cuando los pitidos le conminaron a arrimarse a la calzada. La agente subió con la gorra en la mano, luciendo una espléndida sonrisa, esponjándose la melena rubia. El conductor la miró azorado.



- Lleva más pasajeros de los permitidos.

   Con paso marcial se dirigió al fondo y empezó a contarlos uno por uno. Cuando llegó a su lado él la miró contrariado. Le pareció aún más guapo y viril.

- Documentación.

- ¿Bromea?

   Cuando recibió su llamada solo supo asentir a la cita. Por teléfono tenía una voz atractiva. Estrenó el polo, unos vaqueros y un frasco de colonia. Al llegar a la plaza y abrazarla el arma le golpeó en la cadera.


- ¿Por qué llevas pistola?

- Toda precaución es poca.

- Pero estás fuera de servicio.

- Tengo permiso de armas.

- Me das miedo- bromeó mientras la tomaba de la mano.

- No sabes lo mala que puedo llegar a ser.



sábado, 1 de mayo de 2010

El estallido que viene


Desde que estalló la crisis, agosto 2007, sociólogos-columnistas, políticos, periodistas, analistas, empresarios y sindicalistas vienen avisando sobre la posibilidad de que se produzca en España una violenta explosión popular. Las señales ante un previsible estallido social son evidentes: la precariedad del empleo, la pérdida del poder adquisitivo, la dificultad para llegar a fin de mes y acceder a una vivienda digna.
¿Habrá un estallido social? Esta la cuestión que más inquieta al Gobierno de Zapatero. En los centros de poder más influyentes -‘think tank’, laboratorios de ideas, observatorios, fundaciones ideológicas- se estudian los escenarios posibles.