martes, 17 de marzo de 2020

Se posponen los test de estrés a la banca hasta 2021 a causa del coronavirus


La Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha decidido posponer los test de estrés a los bancos hasta 2021 a causa del coronavirus. Las pruebas a las que se iban a someter los grandes bancos europeos este año incluían un escenario mucho más adverso que en las cuatro ediciones anteriores, según Cinco Días. El brote de COVID-19 y su propagación mundial desde febrero crea desafíos inmediatos para la sociedad y riesgos para el panorama económico. Aunque la magnitud a largo plazo del shock económico aún no se puede cuantificar, es probable que disminuya la actividad económica, reconoce la EBA.




Por este motivo la AutoridadBancaria Europea ha decidido posponer el ejercicio de prueba de esfuerzo entoda la UE hasta 2021. Esto permitirá a los bancos concentrarse y garantizar la continuidad de sus operaciones principales, incluido el apoyo a sus clientes. Para este 2020 se llevará a cabo un ejercicio adicional de transparencia en toda la UE para proporcionar información actualizada sobre las exposiciones de los bancos y la calidad de los activos a los participantes del mercado.

Desde la crisis financiera, los bancos europeos han fortalecido su posición de capital, acumulando un sólido amortiguador de liquidez y mejorado la calidad de los activos en sus balances. Los bancos de la UE han implementado medidas para garantizar la continuidad del negocio y un servicio adecuado a sus clientes, pero se enfrentan a desafíos operativos, de ahí la necesidad de centrarse en sus operaciones centrales y funciones críticas. Los supervisores están trabajando con los bancos mientras mantienen su apoyo a los sectores domésticos y corporativos, particularmente a las pequeñas y medianas empresas, y se aseguran de que se satisfagan las necesidades básicas de sus clientes.

La EBA, junto con las autoridades nacionales competentes y el Banco Central Europeo, están coordinando un esfuerzo conjunto para aliviar la carga operativa inmediata para los bancos en esta coyuntura desafiante. En este sentido recomienda a las autoridades nacionales competentes que hagan un uso completo, cuando corresponda, de la flexibilidad incorporada en el marco regulatorio para apoyar al sector bancario.

Además, la EBA recomienda que se planifiquen las actividades de supervisión, incluidas las inspecciones in situ, de manera pragmática y flexible, y posiblemente pospongan las que se consideren no esenciales. También se estudia dar margen a los bancos en las fechas de envío de algunas áreas de informes de supervisión, sin poner en juego la información crucial necesaria para monitorear de cerca la situación financiera y prudencial de los bancos.