sábado, 15 de mayo de 2010

Sonreir por algo

   Ahora más que nunca hay que buscar motivos para sonreir. Los encontraremos cerca de nosotros, donde también anida la tristeza o la depresión en que han caído tantos ciudadanos. Hay que ser optimista y ver el lado positivo de las cosas pero tampoco hay que despeñarse con la absurda risioterapia de la que tanto se abusa hoy en día.


 
   La felicidad de un niño es un motivo más que suficiente, la ilusión de un octogenario que no se deja sepultar por el peso de los años otra razón poderosa. Sonríamos aunque en la prensa anuncien sin rubor que se avecina una semana negra (ver titular de La Vanguardia 15.05.10).
   Ojalá no se cumpla esta oscura profecía. Queremos un poco de alegría.