viernes, 22 de diciembre de 2017

La radicalización islamista de mujeres y niñas en España

21 mujeres españolas han abandonado España desde 2013 para unirse a ISIS/Da'esh en Siria o Irak. El número de mujeres que partieron corresponde al 10% del total de 208 personas que han viajado desde España a Siria o Irak, según un estudio encargado por el Departamento de Políticas del Parlamento Europeo. La edad promedio del 75% de las mujeres es de entre 19 y 28 años y el 45% están solteras.

A estas mujeres se las convencen de la lucha obligatoria para recuperar el territorio histórico islámico de "al-Andalus", a través de la reconquista de partes de España y Portugal, que antiguamente constituían el Emirato de Córdoba (756-929). La red jihadista española está compuesta principalmente por ciudadanos españoles originarios de Marruecos e inmigrantes marroquíes. Además, los territorios españoles de Ceuta y Melilla y Tetuán en el norte de Marruecos ha sido un foco de jihadismo, exportando la ideología a España.
En comparación con los jihadistas masculinos, la radicalización de las mujeres tiene lugar predominantemente en Internet. En España, el 55,6% de las mujeres detenidas se radicalizaron online en comparación con solo el 30.8% de los hombres. La comunidad jihadista femenina online está unida por objetivos comunes, ideología y por el simbolismo dado a su nombre de guerra, "Umm" [madre en árabe]. Para estas mujeres, el "Umm digital" representa una comunidad de madres, o futuras madres, con el objetivo violento de educar a sus hijos para que acepten la ideología yihadista.

Este estudio que se puede leer completo aquí (en inglés) se centra en la radicalización islamista y el extremismo violento en la UE y tiene dos objetivos: 1) explorar y evaluar la cuestión de la radicalización de las mujeres y su participación en el extremismo violento en la UE, así como estudiar los mecanismos establecidos para evitar la radicalización de las mujeres y las niñas y proponer nuevas medidas; y 2) identificar el potencial de las mujeres para prevenir la radicalización, en particular al examinar el papel actual de las mujeres en las estrategias de contra-radicalización y explorar posibles enfoques de género y las mejores prácticas para la contra-radicalización.