jueves, 30 de septiembre de 2010

Todos contra el paro

   Hoy, 30 de septiembre, Mario fue despedido del trabajo, Berta fue aceptada como becaria cobrando parte en negro, Antonio entró por primera vez en el comedor de beneficencia, al agotar el subsidio, y descubrió el reparto de la miseria. Julia pasó a ser una excluida, precisamente en el Año de la Lucha contra la Exclusión Social y la Pobreza.


   Nuevamente se alzan voces para buscar la unión solidaria y efectiva contra esta plaga. En el País, el catedrático de Derecho del Trabajo, Juan Antonio Sagardoy (http://www.elpais.com/articulo/espana/dia/despues/elpepiesp/20100930elpepinac_13/Tes), considera que “ha llegado el momento de un macropacto sincero, abierto, generoso por todos y ambicioso para ver cómo salimos del hoyo del paro y especialmente del juvenil”.

   Por activa y por pasiva expertos, gurús, comunicadores han alzado su voz pidiendo un esfuerzo común (de todos, sin excepción) contra el paro. Un remedo de ese Pacto de Estado que los políticos tan cortos de miras no han sabido alcanzar.

   Desde aquí insistimos: todos contra el paro. Hay que hacer un manifiesto real y poner a la cabeza a un equipo activo. Hace unos minutos se anunció como
El Gobierno también empeora sus previsiones de paro para este año




miércoles, 29 de septiembre de 2010

Después del 29-S: la voz del parado

"...he trabajado 4 años en la administración pública y otros tantos como colaboradora externa, siempre en programas de soporte a familias en riesgo social (monoparental, menores maltratados, violencia de genero, etc...), un trabajo duro, invisible y la mayoria de veces poco agradecido. Actualmente formo parte de ese mismo colectivo al que durante años he dado soporte, concretamente al de mujeres familia monoparental con menor a cargo y mayor de 45 años...., un largo título muchas veces utilizado de forma propagandística, mi futuro ¿una incógnita?. .


  


   Nada más hay que añadir. Es un testimonio real de una persona que de trabajar para los excluidos, ahora mismo está excluida. Vivir para ver.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Jóvenes a la frontera: emigrar, la solución menos mala

   El País descubrió la pólvora hace una semana con Pre-parados (http://www.elpais.com/articulo/reportajes/generacion/busca/plan/B/elpepusocdmg/20100919elpdmgrep_1/Tes), una colección de reportajes que recordaban a los jóvenes españoles que, en su mayoría, eran un cero a la izquierda.

   Ayer domingo desplegaba una doble página con un resumen de cartas de jóvenes en paro. El propio diario reconocía ser su paño de lágrimas ("en su aplastante mayoría son misivas de desahogo, de rabia y de frustracción) pero no les daba ninguna solución, ni tan siquiera un resquicio a la esperanza. Entonces para que perder una semana exhibiendo las vergüenzas de la denominada ‘Generación Perdida’. Uno esperaba que el Grupo Prisa utilizara su poder mediático para alentar un Observatorio de Lucha contra el paro, pero no que abriera la caja de los truenos, simplemente  para que los jóvenes liberaran sus demonios.

  De los centenares de comentarios recogidos cada día que acompañaban a los reportajes (enviados por jóvenes y no tan jóvenes, padres, sociólogos, profesores gurús, sabelotodos….) se concluye que el mensaje mayoritario –además de la gran frustración- es abandonar España. No caben en un trasatlántico, avión o tren bala los jóvenes que han manifestado su deseo de abandonar el país, unidos a los que se lo aconsejan como solución única para aliviar su malestar. 



    He aquí los 10 mensajes más repetidos, por su opinión mayoritaria:

- Emigrar es la única solución.

- Los jóvenes lloran mucho: mimados, mal criados, consentidos.

- Becario=esclavo.

- Nadie regala nada.
- Incultos: demasiadas faltas de ortografía.

- Envidias, rencores...

- PSOE y PP nada solucionan.

- ¡Ánimo!, un grito pocas veces repetido

- Hay que desalojar al inquilino de la Moncloa (un comentario escaso)

- Peligro de revueltas (otro comentario escaso)

Y hoy el diario ABC se apunta con este significativo titular: “No irán a la huelga, se van del país" ( http://www.abc.es/20100927/espana/huelga-201009270157.html)

   Triste panorama el que presentan los medios. El País nunca debió abrir un debate en falso (ya estaba en marcha la Reforma Laboral, no había pacto de Estado con el PP) para no aportar más que desesperanza.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Jóvenes sin esperanza

   Resulta descorazonador empezar un reportaje sobre el horizonte laboral de los jóvenes españoles con estas negras advertencias: "Sienten que están en el lugar y en el sitio equivocados. Han caído nada más empezar a andar". (El País, 19.09.10).

   Este diario ha entrado en el circo mediático del paro con los jóvenes (tiene cuerda para rato). Lo hace con la reforma laboral funcionando a todo gas -ya hay víctimas de la misma- y azuzando a la clase política - El País califica de 'problema de Estado' el paro juvenil- que no ha querido ni sabido llegar a un Pacto de Estado (PSOE-PP) para sacar a España del récord europeo de desempleo.

   Los jóvenes hablan, se desahogan en las páginas del diario. Pero la solución no llega por ningún lado. Son carne de cañón para vender periódicos. Curiosamente los reportajes -advierte el diario- están hechos por 10 periodistas menores de 35 años, como si eso ya le diera el pedigrí necesario. Cuando acaben el serial,  pueden seguir con las mujeres, los inmigrantes, los senior que nunca encontrarán trabajo. Y hacerlo siempre en ese tono tan optimista. A los jóvenes que los lean no les ayudarán precisamente a levantarse con buen ánimo.
  Hay que ser más constructivo. El País podía haber creado un FORO PARA LA REACTIVACIÓN DEL EMPLEO. Ese Consejo de Expertos que el presidente nunca quiso poner en marcha. Un observatorio que aportara soluciones y compromisos. Lo demás son historias para no dormir.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Cáritas,agencia de empleo

   ¿Quién puede imaginar una vida sin recursos; sin alguien en quien apoyarse; sin un lugar donde poder reposar al final de cada jornada?

   La familia ha sido tradicionalmente uno de los principales colchones que ha servido para absorber el impacto de los periodos de despidos masivos en el pasado. “No todo está perdido, me quedo con los verdaderos artífices de que hoy no estemos pidiendo en la calle: la familia, los amigos y los vecinos”, así se expresaba un joven desempleado que comenzaba su carta al director pidiendo “cereales y pañales” para su bebé. ¿Podrán las familias hacer de colchón por mucho tiempo? No siempre.

   ¿Me dejarán caer? se interroga el ciudadano de a pie al ver que pasan los días y no recibe la ayuda prometida. Hay familiares que se muestran reacios a prestar el dinero ganado con el sudor de su frente. Y hay que respetar su decisión. Se producen grandes decepciones lo que provoca la ruptura de lazos familiares ligados por varias generaciones. El colchón familiar es una verdadera excepción de nuestro país. Los padres, sobre todo, pero también los tíos y los abuelos suplen aquí a las instituciones públicas.

   A los centenares de indigentes que acuden a Cáritas, pobres de solemnidad, vagabundos aquejados de alcoholemia y drogadicción, personas con problemas mentales, se suman ahora familias jóvenes con niños pequeños o mujeres solas con cargas familiares. Los empleos cada vez más precarios y el empeoramiento de las relaciones familiares obligan a esta institución de la iglesia católica a realizar una labor asistencial de tipo terapéutico, más propia de los centros de salud. E incluso actuar como agencia de empleo. En algunos centros parroquiales pone a disposición de los parados el ordenador y el teléfono para rastrear ofertas de empleo y concertar entrevistas de trabajo. Los propios sacerdotes sirven de enlace entre los feligreses que pueden proporcionar empleo y los necesitados.

   En una labor discreta y callada Cáritas ayudó a encontrar trabajo a 14.576 desempleados el pasado año.
  




miércoles, 15 de septiembre de 2010

Paro letal

El paro prolongado reduce la esperanza de vida hasta en un año y medio. Esta es una de las conclusiones del informe elaborado por el FMI y la OIT para la Conferencia sobre Empleo y Crecimiento celebrada en Oslo,el pasado lunes). Recojo el titular de La Vanguardia (13/09/2010).


   Aunque no guste y se oculte, lo que ahora certifican los dos organismos internacionales está constatado por informes rigurosos.

   España registró niveles elevadísimos de paro a comienzos de los años 90, aunque no hay datos de las consecuencias mortales (suicidios contabilizados) porque no se hicieron estudios de carácter científico o estos se guardaron bajo siete llaves. “Seguro que en España hay casos de suicidios por el trabajo, pero ni se conocen", sostiene Adrián González, subdirector de Prevención de Riesgos Laborales de la Inspección de Trabajo. En España los suicidios atribuidos al desempleo han sido prácticamente  silenciados – el tabú aún es muy fuerte en una sociedad que se resiste a mencionar los casos de suicidio para que no se contagien y se suiciden a su vez personas al borde del precipicio- lo que ha provocado que en ocasiones hayan pasado a formar parte de la imaginería popular.


   Ante la falta de datos elocuentes se ha tejido una leyenda negra que ‘apadrina’ suicidios a la falta de trabajo cuando no se encuentra explicación lógica a determinadas muertes. De algunos conductores fallecidos en accidente se ha dicho que pasaban problemas laborales; de aquél hombre encontrado muerto por un coma etílico se presumía su expulsión del mercado de trabajo; de aquella joven fallecida por sobredosis se aventura que se echó en brazos de la droga cuando se quedó sin horizonte laboral. Un día pregunté a un amigo por un fotógrafo y me comentó que lo habían encontrado en su domicilio, colgado. Era víctima de una regulación de empleo, rondaba los 50 y la depresión había hecho mella en su ánimo. ¿Otro caso para la imaginería popular?


   En los Estados Unidos, durante la depresión del 29, los ricos se arrojaban desde las azoteas, la clase media abría la espita del gas, los pobres morían de inanición. Setenta años después hay ciudadanos que ponen fin a su vida al quedarse sin trabajo y pérdida la esperanza de encontrar otro. Hay españoles que llegan al suicidio después de quedarse en el paro o mueren de tristeza (“morirán enloquecidos y lentamente”, profetiza el periodista Tom Burns) después de ser prejubilados. Siete trabajadores de Sintel, la antigua filial de Telefónica, se suicidaron (otros siete murieron de infarto) ante el incierto futuro laboral. De estos suicidios nunca transcendieron detalles.


   Varios profesionales españoles (desde profesores a médicos y enfermeras), coinciden en subrayar en un artículo en la revista Cuidados la relación existente entre las conductas suicidas y el desempleo. Pero muy cautos se cuidan en matizar que el riesgo atribuible al suicidio es sólo del 7,3 por ciento; es decir, vienen a sugerir para nuestra tranquilidad que la situación de desempleo contribuye en una pequeña medida al desencadenamiento del acto suicida.  



martes, 14 de septiembre de 2010

La sopa boba

A este Gobierno y, sobre todo a su presidente, se le ha llenado la boca con el soniquete de no dejar desamparados a los parados.


   Los subsidios o prestaciones al desempleo –la sopa boba, como se le conoce popularmente- no son más que una muletilla para que el parado no se rompa la crisma. Pero esta caridad mal entendida al final acaba ‘narcotizando’ al que está sin empleo, que rumia sus propia cantinela: con esta limosna voy tirando, pago algunos recibos, me juego algo en bono-lotos por si el azar me sonríe…

¿Qué es más beneficioso enseñarle a pescar o traerle los peces? La respuesta es tan antigua como el hombre.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Razones para el descontento

     Para paliar el creciente malestar, el Gobierno optó por tejer una red de protección social y estrechar lazos con los sindicatos que garantizaran la paz social. Pero el desencuentro Gobierno-sindicatos, sellado con la huelga del próximo 29-S, abre nuevas razones para el descontento.

   Encabalgados en la crisis y el paro los ciudadanos andan perplejos y resignados. Mientras miran para otro lado, se multiplican las razones para el descontento. Aquí va una lista, a la que puedes añadir, las que consideres oportunas.

1 España, al nivel de Barbados o Puerto Rico en competitividad (EFE / PEKÍN 09/09/2010)
2 España pierde 1.500 autónomos al día (Europa Press/ 09/09/2010)
3 La crisis obliga a cerrar a más de 125.000 empresas (5DIAS 10.09.10)
4 España se estanca en la cola del gasto social. Ocupa el puesto 20 en la UE (PUBLICO 10/09/2010)
5  La barra de pan subirá cinco céntimos por la escalada del trigo (El País, 13/09/2010)
6 El FMI destaca que la crisis se ha llevado por delante 30 millones de empleos (El Periódico, 12/09/2010)
7 "La huelga del día 29 es un montaje y una parafernalia para hacer ruido" (opinión de un lector de La Vanguardia, 12.09.2010)
8 La huelga general "supone la expresión máxima del descontento de los trabajadores" (opinión de un lector de El País, 11.09.2010)
9 Los datos que publicó la OCDE sobre el altísimo grado de ociosidad de los jóvenes entre 20 y 24 años, la generación de los “ni-nis”, son demoledores (Tom Burns, Expansión, 12.09.2010)
10  "El Gobierno ha aplicado recortes sanitarios y educativos en las peores instituciones que podía aplicarlas, sin tener ninguna consideración de los ciudadanos que sufren las medidas" (opinión de una lectora de El Periódico, 01/09/2010)





sábado, 11 de septiembre de 2010

Una cita

   Está tan nerviosa que no puede evitarlo. Se quita las bragas, las echa al bidé y deja correr el agua de la ducha. Relee la carta como si no acabara de creérselo. Y no es para menos. Después de tres años de insidiosa espera recibe una contestación positiva. Son apenas seis líneas, frías e impersonales. La citan el miércoles, a las diez en punto, en una zona residencial. Al entrarle unas irresistibles ganas de volver a hacerlo se mete en la ducha; se enjabona lentamente, con friegas suaves y circulares, dejando que las pompas bailen sobre la piel y sin darse cuenta se deja llevar. Se ve tecleando en un ordenador, en una oficina con luz natural, rodeada de plantas que estallan en preciosas flores. La llaman por teléfono y es el novio que le pregunta cuando va a salir para recogerla y tomarse unas copas. Entran sonrientes en aquél bar oscuro y se comen a besos mientras él agita perezosamente el gin tonic compartido. Un chorro de agua helada la despereza, el novio desaparece en los cubitos de hielo y hasta recuerda cuanto le odia al notar el amargor de la ginebra en sus labios cortados.


   El calentador funciona mal desde hace dos meses, se juramenta cambiarlo en cuanto tenga algo de dinero. Cierra el grifo y se restriega con una toalla deshilachada; se la anuda por encima de los senos y vuelve a releer la carta. El papel humedecido se le ablanda entre los dedos como pan mojado.

   El día, gris y lluvioso, que se recorta en la ventana la impulsa a cantar. Cuando dan las ocho en el reloj de pared, herencia de la abuela, baja los escalones de tres en tres. Sube con un suculento desayuno de hojaldres, milhojas, brioche y el humeante capuchino, la taza temblándole en la mano.

   Es de las que cree que gastar lo que no se tiene incita la suerte. Tras el copioso desayuno se arregla pausadamente, bien maquillados los ojos, muy marcado el rouge de labios. Se deja el pelo largo y suelto de colegiala y tras mirarse satisfecha al espejo prende el broche dorado de la buena suerte entre los senos y coge el bolso de piel sintética regalo del ex novio. En la calle para un taxi de gran cilindrada que parte veloz mientras habla por los codos y agita su larga melena.

   Busco secretaria, incorporación inmediata... Tras el anuncio una oleada de solicitudes le reventó el buzón del apartado de correos. Las mete apresuradamente en una bolsa de El Corte Inglés y sale hacia su oficina. Es un chalé alquilado en la parte alta de la ciudad, una zona residencial con apenas ruido de automóviles y el sonido infantil de un recreo. En el despacho, sobre la mesa un teléfono, un dictáfono y un cubilete repleto de bolígrafos. La chica de las diez, según la foto de carné que tiene entre las manos es mona, de ojos vivaces y labios gruesos. Se atusa el bigote y consulta el reloj. Faltan escasos minutos. Acodado en la ventana le sobresalta el chirrido de la cancela. La ve entrar muy decidida, la melena al viento. Sus pasos menudos y ligeros resuenan en la grava. Pulsa el timbre.

A través del ventanal entrevé la figura de un ejecutivo atusándose el bigote. Su tacón izquierdo tamborilea impaciente sobre un rojo baldosín. Saca del bolso la carta y la relee bajo la luz del porche. El papel se le desmiga entre las manos. En el exterior comprueba el número del chalé medio oculto por una enredadera. Tras el ventanal cree entrever una mano en ademán de saludarle, luego disiparse el humo de un cigarrillo. Pulsa de nuevo el timbre, como si el dedo se le hubiera quedado pegado. Tras una impaciente espera se marcha malhumorada destrozando los zapatos recién estrenados en el sendero de grava.
   Vuelve a estirarse el bigote y cuando la siente alejarse baja la persiana. Sale al jardín y le invade una fragancia de flores asilvestradas. Se ríe como un niño tímido pero insolente, sujetándose la barriga y limpiándose con el dorso de la mano las ardientes lágrimas que le resbalan por las mejillas.
- ¡Juan!


  
   Al volverse un spray le rocía el rostro.
   Despierta en el suelo, apoyado en una columna, las manos atadas a la espalda. A su lado la papelera rebosante de curriculums. El picor en los ojos es insoportable, le quema la nariz y tiene la lengua estropajosa. Una mujer joven sentada en la mesa de su despacho balancea los zapatos de tacón a la altura de su rostro.

- ¿Y bien, no sabes quién soy?- le conmina, la puntera a la altura de la nariz.
- Agua. Me abraso por dentro.
- Por mí como si te pudres.
   La mira ceñudo forzando la vista. Memoriza hasta dar con su ficha: Adela, 1,75, pechos turgentes, ancha de caderas, setenta y cinco kilos, mecanografía, taquigrafía, francés e inglés.
-¿Tú?- balbucea.

   La encuentra más delgada y hasta sin redondeces. Adela se ha tropezado en la cancela con una chica presa de un ataque de nervios, el pelo alborotado, el rimel corrido, mordiéndose las uñas.

- No tienes corazón, la pobre chica iba destrozada- dice balanceando la puntera del zapato a un palmo de su gruesa nariz.

- ¡Qué culpa tengo yo de que seáis estúpidas!

   Hace dos años, Adela era una joven fuerte e ilusionada. Tenía que mantener a su padre enfermo y le llegó una carta que traía esperanza.

- Estás muy guapa.

- No seas zalamero.

- Te lo digo en serio. Estás muy cambiada.

- Llevo mucho tiempo buscándote.

- ¿Cómo puedes ser tan rencorosa?

- Mi padre tenía puestas muchas esperanzas en el trabajo que me ofreciste. Murió de tristeza al intuir que era un engaño. Luego supe que era un modelo de carta enviada a otras chicas de la ciudad.

   Extrae una pequeña pistola del bolso.

-Te juro que voy a disfrutar este momento- mientras quita el seguro del arma se mordisquea los labios rebosantes de rojo carmín.

   Él la mira insolente. Le sonríe como quien se sabe objeto de una broma pesada. Adela siempre ha sido débil de carácter. Un pedazo de pan. El disparo le atraviesa el corazón.

   Cuando llega al portal después de una larga y accidentada caminata, los zapatos arañados en la mano, las luces de la pastelería están encendidas. Se sube un brioche y un benjamín para celebrar el plantón. Mientras mordisquea con fruición el dulce, desparramándose la suave corteza entre sus dientes estropeados, la puerta gime atravesada por una corriente de aire. Deja de mordisquear y recuerda el fortuito encuentro con aquella mujer tan delgada. Un relámpago le nubla la vista. La puerta tiembla violentamente, una certera patada la deja colgada de los goznes oxidados. En el umbral aparece un atractivo comisario. Le pone los grilletes sin hacer caso del llanto.

Sobre la mesa observa el benjamín sin descorchar y los restos del banquete. De un empujón la saca afuera, la introduce bruscamente en el coche y por el walki anuncia que la tiene. El muerto sujeta su foto de carné entre los dedos agarrotados. Un crimen pasional, corrobora el comisario mientras mete la primera y le ofrece un cigarrillo.

- Señorita, ¿dónde ha tirado la pistola? Haga memoria.


viernes, 10 de septiembre de 2010

Aprender hasta en la boca del lobo

   Los 33 empezaron contando los días, las horas, los minutos, los segundos transcurridos desde que quedaron atrapados en la mina. Ahora cuentan esos días, esas horas, esos minutos, esos segundos que faltan para  el feliz desenlace.

   Desde que están en la boca del lobo hay enseñanzas para todos. Habría que aprovechar este fatal accidente para sacar lecciones provechosas, y no sólo para los más cultos, los más listos, los más rápidos.
De la mina ya no se sacan riquezas, se extraen principios tan básicos como la vida. Así todos volvermos a re cordar - aunque muchos, soy el primero en confesarlo lo tenía más que olvidado y hasta quizá lo ignoraba- lo que son los ritmos circadianos.

   Copio directamente (no puedo realizar el corta y pego): "...Son patrones de actividad que ocurren en un ciclo de 24 horas, son reguladores biológicos importantes en virtualmente todas las critaturas vivientes. En seres humanos y otros animales, el reloj circadiano interno del cerebro regula los ciclos del sueño y la vigilia, así como la temperatura corporal, la presión arterial y la liberación de varias hormonas endocrinas". Así lo explica la investigadora Amhita Segal, investigadora del Howard Hughes Medical Institute. (http://www.hhmi.org/news/sehgal2-esp.html).

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La precariedad mata

   Hoy por hoy el suicidio es la primera causa de muerte violenta en el mundo. Y sigue siendo la palabra maldita y el mayor tabú de todos los tiempos.

   Pero negar este acto brutal no ayuda precisamente a prevenirlo. Ocultar las personas que se quitan la vida por culpa de la precariedad o el paro no conduce a ninguna parte. Pese a ello se siguen negando estas muertes, aunque cada vez con menos contundencia.

   El suicida sigue siendo ese fantasma del que se habla pero nadie ve. Incluso en hogares que lo han padecido la cultura inculcada lo hace ver como un apestado. Desgraciadamente quien se quita la vida no siempre lleva dentro un trastorno de la personalidad. Hoy mismo me contaron el caso de un joven teleoperador (comisionista de éxito en ventas) al que la empresa alegando dificultades financieras no pagaba. Un día varios compañeros lo fueron a ver al hospital. "Me equivoqué al tomar la medicación", fue su explicación cuando le preguntaron qué había pasado. A los pocos días saltó al vacio. Fue su segundo intento. ¿Podia haberse prevenido? ¿Podía haberse evitado? Rotundamente, sí. La empresa, como tantas otras, debería haber tomado medidas preventivas (ya tenemos como escarmiento los casi 30 suicidados en Francia con Orange). Sus compañeros deberían haber hablado más con él, aunque a la salida del hospital incluso estuviera risueño.

martes, 7 de septiembre de 2010

La gran metáfora de la vida

   El ser humano recorre un camino en el que siempre pugna por salir de la oscuridad a la luz. Los 33 de Chile son la gran metáfora de esta lucha.

   Aunque tenga todos los bienes materiales, la persona nunca está satisfecha. Desde su nacimiento se le han ido imponiendo una serie de retos que, ya sea por emulación o competitividad, busca superar. Si vienen 'vacas flacas' el objetivo es salir de la precariedad; si ha alcanzado la cima busca como liberarse del estrés. En definitiva, el afán de supervivencia guía sus pasos. Los perfiles desvaídos de los 33 mineros empezarán a aclararse estos meses y muchos tendrán un espejo en el que mirarse.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Culebrón en la mina

   La prensa del corazón ya tiene carnaza a 700 metros de profundidad. Lo desvela hoy el corresponsal de ABC en la mina chilena.

   "Son muchas las anécdotas humanas que empiezan a aflorar a la superficie. Uno de los 33 mineros chilenos que está sepultado desde el 5 de agosto pasado, además de intentar sobrevivir en difíciles condiciones de encierro, tiene un problema al que deberá hacer frente cuando salga. Ese día que llegará no antes de dos meses, deberá decidir entre dos mujeres que le esperan y reclaman ser la pareja de Yonni Barrios Rojas.

                                                             
El operario de 50 años de edad tenía una doble vida que quedó al descubierto horas después del derrumbe de 750.000 toneladas de rocas y tierra hace cuatro semanas. Zulema Barrios y Susana Valenzuela no se conocían, pero ambas coincidieron en el campamento «Esperanza», donde comenzaron a juntarse los familiares de los mineros sepultados. Ambas preguntaron por el mismo hombre y ambas dijeron que eran «la pareja» de Yonni Barrios.

Zulema Barrios está casada desde hace quince años con el minero que conoció en Santiago, la capital chilena a unos 800 kilómetros de la mina San José, ubicada en el desierto de Atacama. Susana Valenzuela relata que mantiene una relación con Barrios desde hace cinco años. Ambas están a la espera de una explicación de Yonni Barrios, según escribe Libio Pérez, corresponsal de ABC en Chile.

domingo, 5 de septiembre de 2010

El minero 34

   Sin pretenderlo los 33 mineros atrapados en una mina de Chile se han convertido en un Gran Hermano. De momento la información se está tratando con rigor, pero no tardarán en aparecer los buitres.

   Las muestras de solidaridad recibidas de todo el mundo les demuestran que afuera se encuentra el minero 34. Lo somos todos nosotros, todos aquellos que día a día seguimos la evolución de una historia que se anuncia larga. En cada rostro y manera de sentir de cada minero hay miles de personas que se identifican. Desde la prensa ya se les ha empezado a asignar papeles: desde el líder al más discreto (tímido hasta la extenuación).

   Desde fuera nos sentimos también atrapados con ellos. Pero sabemos que no es lo mismo. Aquí tenemos la libertad de movimientos que a ellos les falta y respiramos otro aire. Podemos elegir. Esta situación nuevamente nos enseña a valorar la vida. Deseamos que mientras estén recluidos no sean objeto de estudio de laboratorio. Son personas y tienen sentimientos.