domingo, 18 de abril de 2021

El comercio físico emite entre 1,5 y 2,9 veces más de CO₂ que el e-commerce

 

Tras dos décadas de crecimiento de doble dígito, ¿cuál es el impacto del e-commerce en el sector del retail y en el medioambiente? Esta pregunta cobra especial relevancia tras un 2020 marcado por la crisis del COVID-19, en la que el e-commerce ha desempeñado un papel fundamental mientras numerosas tiendas han ido cerrando. Para responder a esta pregunta, Oliver Wyman y el LAE han realizado un estudio a escala europea basado en el análisis de las estadísticas oficiales de Eurostat, Euromonitor e institutos nacionales de estadística; los resultados de una encuesta independiente dirigida a retailers; los resultados de las encuestas a consumidores; y el desarrollo de un modelo de impacto del CO equivalente.

El presente informe evalúa el impacto medioambiental del retail en términos equivalentes de CO a lo largo de toda la cadena de suministro. En la evaluación se han considerado productos no alimentarios (libros, productos electrónicos y ropa) en Europa. Cubre todo el trayecto, desde la fábrica al domicilio, e incluye factores que difieren entre el comercio físico y el e-commerce, como el transporte, el embalaje y el consumo energético de los edificios. No tiene en cuenta la producción, ya que su impacto es similar con independencia del modelo de distribución.


El comercio físico no alimentario causa entre 1,5 y 2,9 veces más de CO que el e-commerce. El caso más común que es dirigirse en coche hasta una tienda, supone una emisión de CO entre 3 y 6 veces mayor que la opción de pedir un producto no alimentario por internet. A nivel europeo, la emisión de CO al ir en coche hasta la tienda es de 4.100 g y de 900 g de CO si se realiza el pedido online.

En el caso de compra en tienda, las emisiones equivalen a 2.000 g de CO, siendo de 800 g de CO para el e-commerce. En el caso promedio se contemplan diversos comportamientos de los consumidores (por ejemplo, utilización del coche en un 50% de los casos para realizar compras físicas, devolución de algunos productos, compra de varios productos en un solo viaje) junto con la configuración de la cadena de suministro (como los pedidos transfronterizos). Los factores clave que explican la diferencia son el consumo de energía de los edificios (160 g de CO para el comercio electrónico y 1.200 g de CO para el comercio físico), el transporte en el tramo final (200 g de CO para el e-commerce y 600 g de CO para un consumidor que va en coche a una tienda física) y el embalaje (100 g de CO adicionales para el comercio electrónico).



Comprar un libro en una tienda física produce, de media, 1,6 veces más de emisiones que cuando se compra online. El múltiplo es de 2,9 si se trata de una prenda de vestir. La emisión de CO es similar en el conjunto de los ocho países analizados (incluida España) al comprar un libro o un producto electrónico, ya se haga online o en una tienda física a la que se llega a pie (unos 700 g de COen cada caso). En cambio, una prenda comprada en una tienda a la que se llega a pie sigue causando 2 veces más de emisiones que si se compra online, debido fundamentalmente al consumo de energía del local (calefacción e iluminación necesarias para el espacio y exposición de los productos).


Merece la pena consultar la página 9, Gráfico 3. Se detalla la comparativa del impacto de una compra online y una compra física en el caso promedio impacto en términos de CO y ratio del impacto de una compra física frente a una compra online.

El sector del retail evoluciona a distintas velocidades en toda Europa, a medida que se racionaliza el comercio físico, crece el volumen de compras online y parte del gasto de los hogares se desplaza hacia los servicios. En los últimos 20 años, el retail en Europa se ha enfrentado a dos grandes transformaciones: primero, el paso del comercio independiente al organizado; y posteriormente, desde el año 2000, el crecimiento del e-commerce. Este último cambio se ha visto acelerado por la crisis de COVID-19 y está evolucionando hacia diversas formas de comercio omnicanal. Por lo general, en los países bajo estudio se produce un crecimiento del comercio offline (o físico), pero el e-commerce crece a mayor ritmo, si bien aún solo representa el 11% del total de las ventas.

Las ventas totales del retail, que abarcan el comercio físico y el comercio online, aumentaron a un ritmo del 2% anual entre 2010 y 2019 hasta alcanzar los 2.189.000 millones de euros. El e-commerce crece a mayor ritmo que el comercio offline en todos los países estudiados, si bien solo representó el 11% (251.000 millones de euros) del total de ventas en los ocho países en 2019, frente al 4% (73.000 millones de euros) en 2010.

(Los datos sobre el comportamiento de los consumidores se basan en encuestas propias realizadas por Oliver Wyman en 2020 en toda Europa (Francia, el Reino Unido, Alemania, Italia y España).