El pasado 4 de agosto, ayer,
se cumplieron tres meses de la desaparición de un vecino de Rivas Vaciamadrid.
Pese a que se pegaron carteles en todos los comercios, en coches y se
encendieron luminosos con su rostro en las pantallas municipales a la entrada
del municipio, no hay rastro. Ni las batidas de voluntariosos ciudadanos han
dado resultado.
Pero lo llamativo es que no
haya habido en más de 90 días ni una comunicación oficial, policial o
institucional, de este singular caso. Ni una pista, ni el anuncio de llamadas
anónimas que le vieron caminando por tal o cual lugar.
Entre tanto en esta población
del sureste de Madrid se han disparado los rumores sobre los motivos de su
desaparición…A los que no podemos dar pábulo.
De momento este singular
caso es un agujero negro informativo y un aviso a navegantes: si desapareces en
Rivas Vaciamadrid olvídate de que emitan una mínima señal de tu
presencia/ausencia.