
Rodeado de un séquito y de sus guardaespaldas se presentó ‘Isidoro’, el compañero Felipe González para sus correligionarios. El joven político creía estar en territorio amigo. No debía estar avisado de lo que se le preparaba.
No sé si fue espontáneo
o estaba previsto lo que sucedió a continuación, dado que unos pocos activistas conocían con antelación su llegada.
¡Kampora! (¡Fuera!) fue al principio un grito aislado dirigido contra su persona. Cuando Felipe González trató de hablar arreciaron los gritos ¡Kampora! ¡Kampora! mezclados con los ruegos apaciguadores de su gente: ¡Compañeros! Dejarle hablar. Pedimos libertad de expresión.
‘Isidoro’ tuvo que salir por piernas de Sarriko.
¡Kampora! (¡Fuera!) fue al principio un grito aislado dirigido contra su persona. Cuando Felipe González trató de hablar arreciaron los gritos ¡Kampora! ¡Kampora! mezclados con los ruegos apaciguadores de su gente: ¡Compañeros! Dejarle hablar. Pedimos libertad de expresión.
‘Isidoro’ tuvo que salir por piernas de Sarriko.