miércoles, 2 de junio de 2021

Las inversiones inmobiliarias registran una caída del 42% en España

 En España, el volumen de inversiones inmobiliarias en 2020 ascendió a 10.000 millones de euros, lo que representa una caída del 42% en comparación con los 17.000 millones de euros registrados en 2019, según el informe de Duff&Phelps sobre inversiones inmobiliarias en Europa referido al año pasado y al primer trimestre de 2021.


Alemania, Reino Unido y Francia fueron los mercados más atractivos en Europa en 2020 con 135.000 millones de euros de volumen de inversión empresarial, que equivale al 62% del volumen total de inversión. Los principales inversores tienen su sede en Estados Unidos.

España tiene el mayor porcentaje de inversores internacionales

En referencia a los flujos de capital en 2020, España tiene el mayor porcentaje de inversores internacionales (78% del total de inversores), seguida de Italia (62% del total) y los Países Bajos y el Reino Unido (50% del total). De las áreas metropolitanas de los países analizados, París y su área metropolitana es el más atractivo en términos de inversión, a pesar de un descenso del 25% en comparación con 2019, mientras que Madrid registró el peor resultado con una caída del 49% anual. El 28% de las inversiones se sitúan en Madrid y están cifradas en 2.800 millones de euros. La capital representa el 80% de las inversiones totales de su área metropolitana, según constata el informe de Duff&Phelps


En Europa, el volumen de inversiones corporativas en 2020 ascendió a alrededor de 215.000 millones de euros, lo que provoca una disminución de un 25% en comparación con  2019. El análisis del volumen de inversiones corporativas destaca que los edificios residenciales, el desarrollo de greenfield o áreas industriales abandonadas y activos no atribuibles a un activo específico, junto con el industrial y clases de activos logísticos, representaron el 40% de las inversiones totales, superando por primera vez la clase de activos de oficina, que fue la clase de activo histórico más atractiva hasta ahora.

La pandemia no solo ha influido en las estrategias de los inversores, sino también en el uso de bienes raíces. Los espacios para vivir y trabajar, tradicionalmente concebidos como entornos independientes, se han transformado en un sistema híbrido, adaptando los diseños de residencias y oficinas a las nuevas necesidades de los usuarios (casas diseñadas con espacios claramente delimitados para trabajar).