jueves, 13 de mayo de 2010

10 llamadas a la reacción


   Desde que estalló la crisis, agosto 2007, sociólogos-columnistas, políticos, periodistas, analistas, empresarios y sindicalistas vienen avisando sobre la posibilidad de que se produzca en España una violenta explosión popular. Las señales ante un previsible estallido social son evidentes: la precariedad del empleo, la pérdida del poder adquisitivo, la dificultad para llegar a fin de mes y acceder a una vivienda digna.


   ¿Habrá un estallido social? Esta la cuestión que más inquieta al Gobierno de Zapatero, sobre todo desde las medidas ‘antisociales’ anunciadas el pasado 12 de mayo. En los centros de poder más influyentes -‘think tank’, laboratorios de ideas, observatorios, fundaciones ideológicas- se estudian los escenarios posibles.

  He aquí 10 llamadas a la reacción que no tuvieron respuesta, tanto de gentes y medios de comunicación de la izquierda como de la derecha.

1.- “Los jóvenes españoles tienen motivos suficientes para estar descontentos. Tienen mayores dificultades para acceder a viviendas y formar nuevas familias. Ante estas presiones no es extraño que haya gente joven -y no tan joven- dispuesta a protestar. Podría suceder, incluso, que personas que se sienten agraviadas por otros procesos de exclusión social decidan sumarse. El contexto de crisis propicia que la revuelta se pueda reproducir en cualquier país”, a juicio de Josep Espluga Trenc, sociólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona. (La chispa griega o un nuevo Mayo del 68 Abel Grau 22/12/2008 El País).

2.- “Lo que más me sorprende de la situación que estamos viviendo en España, es la pasividad. Cuando hablas con alguien que está en el paro, cosa que no es ya por desgracia infrecuente, te lo cuenta con aparente tranquilidad, como si el subsidio le adormeciera, o como si no acabara de creerse que las cosas han cambiado. Es esta una situación nueva. Y no hemos reaccionado aún por ella, como el que aún no ha llorado por una desgracia. Vivimos un tiempo de nadie, denso, inútil, pesado, en el que parece no estar ocurriendo nada, como si todo estuviera a la espera de no se sabe muy bien qué. Se parece a la calma que precede a las tormentas; me recuerda este tiempo al paréntesis que hay entre el claro y la nube negra, de una luz irreal y amarilla, en el que hasta las hormigas han notado ya la pesadez del aire y salen a volar por vez primera de sus escondrijos en la tierra, aunque estén los gorriones esperándolas. Y nosotros, ¿qué hacemos?”, se preguntaba Mónica Fernández Aceituno, columnista de ABC (Pasividad, 23.01.09).


3.- “A medio plazo, el malestar social causado por la burbuja del desempleo expansivo ya no se podrá contener, y lo más probable es que empiece a aflorar en forma de protestas sociales, conflictos interculturales y convocatoria de huelgas generales o salvajes según el reciente ejemplo francés. ¿Qué es lo que hoy retiene su abierto estallido?”. El sociólogo Enrique Gil Calvo daba esta explicación en El País (02/02/2009): “Cabe imaginar que una posible razón es la actual composición social del desempleo, que hasta ahora se concentra sobre todo en los cinco millones de inmigrantes atraídos por el boom español del ladrillo. Unos contingentes de inmigrados que, a causa de su exclusión social, no tienen capacidad organizativa ni recursos para movilizarse, por lo que difícilmente iniciarán protestas ni crearán conflictos. Pero en cuanto el desempleo se extienda a los trabajadores autóctonos, y sobre todo a las clases medias profesionales, entonces el malestar estallará y se traducirá en abiertos conflictos que podrían generalizarse. Y hay indicios de que ese malestar social de clase media ya está entre nosotros, por latente y sorda que de momento sea su manifestación.”


4.- “Es imprescindible que se produzca la reacción de la sociedad, que ya no puede permanecer impasible, espectadora, testigo de lo que sucede, sino que tiene que participar, activamente”, sostiene Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Unesco. Mayor Zaragoza no deja de asombrarse ante el comportamiento de “unos ciudadanos perplejos pero obedientes y resignados”. (24.04.09/ Europa Press).

5.- “La revuelta de la desigualdad sacude al mundo entero: de Moscú a Helsinki, de Londres a Washington y de Berlín a Buenos Aires. En Internet encontramos páginas que invitan a quemar o a colgar a los banqueros. Y probablemente esto sólo acaba de empezar”, advertía hace dos años el sociólogo Ulrich Beck (La revuelta de la desigualdad 04/05/2009 El País).

6.- ¿Cuándo estallarán las calles? se preguntaba Aurora Mínguez, desde Berlín en www.elconfidencial.com (07.05.09).”Tarde o temprano, en Europa habrá una crisis social. Inevitable y dramática. Lo piensan y temen la mayoría de los gobiernos de la UE, aunque callan. Lo ha dicho, serena pero claramente, Jean Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo, presidente del Eurogrupo y una de las cabezas más lúcidas del panorama europeo: “La recesión va a llevar a los ciudadanos a unos niveles de desesperación desconocidos. Habrá una crisis de empleo en toda Europa y una fuerte inestabilidad social”.

7.- “El previsible declive de la clase media, la falta de trabajos cualificados, el becarismo rampante, la baja natalidad y el desfase en gasto social respecto a Europa están creando una atmósfera inflamable que abre la posibilidad de estallidos similares a los de Grecia o Francia”, señala José Félix Tezanos, director de la Fundación Sistema del PSOE (22.06.09/El País)

8.- Ciertamente, puede parecer asombroso que las movilizaciones obreras no agiten las calles de España o de la Europa comunitaria, donde se han destruido ya más de 22 millones de puestos de trabajo; pero la protección social, los subsidios, las redes familiares están conteniendo, en una parte, las protestas. La otra parte radica en que los más perjudicados, por muchos que sean y poco que tengan, por mucho que penen, sindicados o no, no saben, concretamente, contra quién protestar, afirmaba Vicente Verdú (La vida sigue más allá de la crisis 28/06/2009 EPS).

9.- “¿Cree que cuando se acaben las prestaciones por desempleo, que actúan de paliativo, tendremos problemas?” preguntó un periodista a Fernando Vallespín, ex director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), organismo gubernamental que pulsa mediante encuestas el sentir de los ciudadanos. “No sé cuándo estallará el conflicto, quizá dentro de cinco o seis años, cuando se produzca un cambio de actitud ante la inmigración. Esta crisis “nos traerá conflictos que creíamos olvidados, con sectores enteros en la calle, manifestaciones, huelgas…” (La Vanguardia, 02.08.09)

10.- “O nos levantamos, o nos comerán a nosotros y a nuestros hijos. Es hora de imitar a Grecia”, alientan españoles en la Red. En los foros, refugiados en el anonimato, se insulta a altos cargos del Gobierno, se vierten consignas criminales, se proponen abucheos a los ministros del Gobierno. En la Red muchos desencantados dan rienda suelta a sus instintos. De momento en Internet se registra el gran estallido, no en la calle. La Red permite coordinarse entre sí, establecer conexiones entre diversos territorios y planificar actuaciones conjuntas.