Si una persona cree que sus
reivindicaciones son justas, éstas valen tanto, se manifieste en solitario o en
multitud. Como anécdota podemos recordar al gélido manifestante solitario del
15-M que envió su apoyo desde un país nórdico.
“La rebelión juvenil surgió
cuando nadie la esperaba y desapareció de la misma manera”, escribió Octavio
Paz en Tiempo Nublado, pag.15 (Seis Barral/Biblioteca de Bolsillo). Y
apostilló: “Fue un fenómeno que nuestros sociólogos aún no han sido capaces de
explicar”. Al igual que sucede ahora con el 15-M, demasiado especialista y poco
contenido real sobre lo que representa. Y el escritor mexicano dijo más: “en
las protestas, declaraciones y manifiestos de los rebeldes no aparecieron ideas
y conceptos que no se encontrasen ya en los filósofos y los poetas de las
generaciones inmediatamente anteriores. Y dijo entonces (año 1983) Octavio Paz algo
que tal vez valga para hoy: “Mi crítica a los partidos comunistas europeos no
debe verse como una tentativa para exculpar a los otros partidos. Todos ellos
están más interesados en llegar al poder o en conservarlo que en preparar el
futuro. Ninguna idea de cambio los anima ni representan nada nuevo en la
historia de este siglo. Su idea del movimiento es el vaivén de los bandos, el
quítate tú para ponerme yo”. El ejemplo inmediato lo tenemos en Extremadura con
la pinza de IU/PP. Un pacto ante el que el ciudadano vuelve con la misma
reflexión: “todos los políticos son iguales”. Reconoce sin embargo el escritor
merxicano “que no sería honrado ignorar los grandes beneficios que han logrado
los trabajadores y la clase media en los últimos 40 años” (pags 24/25). Y en
busca no de beneficios sino de la recuperación de sus derechos más elementales
se mueven los del 15-M. Da igual que lo haga uno/cinco/diez…La razón está de su
parte. Ante la desigualdad creciente hay que moverse con celeridad e ir
ocupando espacios.