El ex banquero, el obispo y una amante de Primo de Rivera

    En la Fundación Inés Luna Terrero figuran como patronos el ex banquero Ángel Corcóstegui (SCH, BBV) y el Obispo de la Diócesis de Salamanca, José Luis Retana. Lleva el nombre de una amante del dictador Miguel Primo de Rivera, Inés Luna Terrero de la que dice El País “paseaba desnuda a caballo”. Se le acusaba de ser muy aficionada a las fiestas, a fumar tabaco y otras hierbas y a portar armas de fuego. Esta mujer tan moderna para su época y que hablaba siete idiomas, falleció en Barcelona, en 1.953, a consecuencia de un cáncer de mama entre otras graves dolencias. Al morir sin testamento y sin herederos directos, el Estado se hizo cargo de sus bienes y se creó con parte de ellos esta fundación benéfica.

   

De ex banqueros y obispos

El ex banquero Ángel Corcóstegui fue vicepresidente primero y consejero delegado de Banco Santander Central Hispano, actualmente Banco Santander, entre 1994 y 2002. Entre 1987 y 1994, fue miembro del Consejo de Administración y director general de Banco Bilbao Vizcaya (BBV). A finales de 2021 el papa Francisco le encomendó al sacerdote José Luis Retana las diócesis de Salamanca y de Ciudad Rodrigo, dos circunscripciones eclesiásticas que siguen siendo independientes entre sí pero que por primera vez pasaban a compartir obispo bajo la fórmula 'in persona episcopi' ("en la persona del obispo"). Tomó posesión de ambas sedes en enero de 2022.

    Concesión de becas para estudiantes y mantenimiento de un Colegio o Residencia   

   La Fundación Inés Luna Terrero contaba en 2019 –último año conocido- con un presupuesto de casi 7 millones de euros. Anualmente se destina un porcentaje al establecimiento y mantenimiento de un Colegio o Residencia y/o, en su defecto, la concesión de becas para estudiantes pertenecientes a las Iglesias Orientales Católicas, que cursen estudios eclesiásticos en la Universidad Pontificia de Salamanca. En su origen la creación de las becas fue para cursar estudios en las distintas Titulaciones oficiales y en el Tercer Ciclo de la Universidad de Salamanca, con destino a estudiantes de probada capacidad intelectual y que acrediten insuficiencia de recursos económicos, de la misma provincia de Salamanca, con preferencia los municipios de Vitigudino y Pozos de Hinojo. También se destina una parte de la dotación económica al establecimiento de un fondo destinado a la adquisición de libros para la Biblioteca de la citada Universidad.

   Además de a la concesión de becas y ayudas a estudiantes, otra parte del presupuesto de la fundación se destina a pagar el salario de tres empleados. En cuanto a los ingresos de esta fundación benéfica proceden del alquiler de inmuebles, con plazas de garaje incluidas; del arrendamiento de un coto de caza de 650 hectáreas en Pozos de Hinojo a la compañía Agrocinegética Bracamonte SL, de inversiones tanto financieras (en 2019 en bonos de Bankinter), como en energías renovables y en otras áreas económicas de interés. La fundación también percibe dividendos de Telefónica, La Caixa y otras compañías.