miércoles, 26 de marzo de 2025

Aviso para ecologistas: sin minerales críticos no hay tecnologías limpias

   Los grupos antiextractivistas se han dado cuenta de que la transición energética verde requiere la extracción de minerales críticos. La ironía es evidente: quienes se oponen a los proyectos mineros en Europa lo hacen en nombre de la protección del medio ambiente. Sin embargo, sus acciones socavan inadvertidamente la misma transición climática que pretenden apoyar. Esta es la conclusión de un grupo de investigadores del Instituto de Metales y Minerales Sostenibles de la universidad Ku Leuven de Bélgica, con experiencia en minería, autores de La paradoja de los minerales críticos de Europa en el orden mundial posoccidental.


 Lo que no parecen comprender es que incluso en una sociedad poscapitalista y posconsumista puramente hipotética, seguiría existiendo una necesidad sustancial de extraer "nuevos" minerales y metales críticos, como el litio y las tierras raras, para permitir la energía verde (pública y compartida) y la movilidad. Sin minerales críticos no hay tecnologías limpias, y sin tecnologías limpias no hay transición climática,  concluyen estos investigadores.

   La Ley de Materias Primas Críticas de la Comisión Europea y el proceso simplificado de permisos para Proyectos Estratégicos –siete en España, anunciados por la Comisión Europea- han intensificado aún más la resistencia a los proyectos mineros y al extractivismo. Esto se aplica en particular a los proyectos de litio en zonas tradicionalmente agrícolas y de conservación natural, como el valle de Jadar en Serbia y la región de Mina do Barroso en Portugal.

   La polarización política en torno al cambio climático agrava el problema. La extrema derecha niega el cambio climático y se opone rotundamente a la transición a las energías verdes. Paradójicamente, y sin darse cuenta, ahora encuentra puntos en común con los ambientalistas radicales. Esto está dando lugar a alianzas antimineras antinaturales que unen a grupos radicales verdes y de extrema izquierda con movimientos nacionalistas, de extrema derecha, antiliberales y antieuropeos, denuncian los investigadores. Esto es particularmente evidente en la oposición unida al proyecto de mina subterránea de litio de Rio Tinto en Serbia, donde la teoría de la herradura parece cobrar vida.

   Las paradojas de la transición energética verde subrayan la necesidad de un debate social inclusivo y participativo sobre el desarrollo de las comunidades ubicadas en zonas donde se encuentran los minerales necesarios para la transición energética. Es fundamental colaborar con todas las partes interesadas, buscando mejores contratos sociales y modelos económicos que catalicen los beneficios de la minería y generen prosperidad local y regional duradera, en lugar de recurrir a una oposición abierta a la minería.

  Hay que tener en cuenta que esta continúa oposición a nuevos proyectos mineros en Europa, en particular a las minas de litio, no solo obstaculiza la transición climática europea; es un error estratégico que beneficia directamente a los adversarios geopolíticos de Europa. Sin duda, la Rusia de Putin y la China de Xi observan con asombro cómo Europa tropieza con sus propios pies. Mientras debatimos y postergamos, China consolida aún más su control sobre las cadenas de suministro globales que van desde la minería hasta las tecnologías limpias, mientras que el expansionismo de Putin tiene poco interés en apoyar la transición energética, dado el interés de Rusia en prolongar la era de los combustibles fósiles.

   Debemos reconocer que las prácticas mineras responsables y la gestión ambiental pueden coexistir e incluso impulsar el desarrollo local. Al invertir en la minería y el refinado respetuosos con los criterios ESG de nuestros propios minerales críticos, junto con la gestión de la demanda, iniciativas de reciclaje y acuerdos sobre minerales críticos con países afines, podemos reducir nuestra dependencia de naciones adversarias y dar un paso decisivo hacia un futuro sostenible y seguro.


Malas prácticas ambientales en proyectos españoles

   Amigas de la Tierra,Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife denuncian que en los siete proyectos seleccionados por la Comisión Europea de España se hayan escogido minas con un amplio historial de irregularidades y malas prácticas ambientales, como son las de Las Cruces (Sevilla), La Parrilla (Cáceres) y Aguablanca (Badajoz), y proyectos con amplia contestación social por sus previsibles impactos en espacios protegidos como los de Las Navas (Cáceres), Doade (Ourense) y El Moto (Ciudad Real). Recuerdan que la mina de La Parrilla fue sancionada y cerrada en 2022 por carecer de autorización ambiental y por construir ilegalmente balsas de residuos mineros, mientras que la Mina de Las Cruces acumula más de 6.5 millones de euros en sanciones e indemnizaciones por extracciones ilegales de aguas del acuífero de Gerena y Guillena-Cantillana, masas de agua consideradas como reserva estratégica de emergencia para el consumo humano de Sevilla en caso de escasez. En el caso de la mina de Aguablanca, Denarius está liderada por empresarios con un amplio historial de vulneraciones de derechos humanos en sus explotaciones de oro y petróleo en Colombia.

España, el país que ha presentado más proyectos de extracción

  Resulta asimismo preocupante que de los siete proyectos seleccionados, sólo uno sea de reciclaje de minerales y ninguno de substitución. De hecho, España ha sido el país europeo en el que se han presentado más proyectos de extracción (diez), contrastando con países como Italia, Francia o Alemania, en los que la mayoría de los proyectos presentados han sido de substitución, reciclaje o procesado. Esto confirma el papel de “zona de sacrificio” atribuido a la península ibérica. “Europa y España están apostando por la minería sin antes fomentar realmente el reciclaje ni reducir la demanda de minerales” ha lamentado Adriana Espinosa, responsable de recursos naturales de Amigas de la Tierra. “Hemos calculado que aplicando medidas de ahorro y circularidad, los metales reciclados podrían cubrir el 67% de la demanda de minerales hasta 2050”, concluye.

   También señalan Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife la opacidad del Gobierno de España y la Comisión Europea durante el proceso de selección, así como la exclusión de las poblaciones potencialmente afectadas. Esta falta de transparencia arroja incertidumbre sobre los criterios aplicados para otorgar a determinados proyectos una calificación que les otorgará privilegios económicos y administrativos, tales como la tramitación acelerada de concesión de autorizaciones. Para las organizaciones, esta falta de transparencia supone una vulneración del Convenio de Aarhus sobre información, participación y justicia ambiental, del que España es parte.

   En diciembre pasado, Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción, el Observatorio Ibérico de la Minería y otras entidades europeas pusieron en conocimiento del Gobierno español y la Comisión Europea un análisis de estos impactos, que son inherentes a la actividad extractiva. “A pesar de las advertencias reiteradas, se ha atribuido la consideración de estratégicos a proyectos cuyos impactos previos y potenciales son evidentes, e incluso han sido objeto de sanciones y procesos judiciales”, explica Cristóbal López, responsable del área de minería de Ecologistas en Acción. Las organizaciones lamentan además que el Gobierno no haya utilizado su capacidad de veto para excluir proyectos que nunca tendrían que haber estado sobre la mesa con esos antecedentes.