American Near East Refugee Aid (Ayuda estadounidense a los refugiados del Cercano Oriente), por sus siglas Anera, confirma que ha recibido un total de 6,1 millones de euros en donaciones de World Central Kitchen, la organización fundada por el chef José Andrés. Estas donaciones representan casi un tercio del presupuesto de esta ONG que asciende a 21,7 millones de euros. Anera proporciona asistencia humanitaria a los refugiados en Palestina, Líbano y Jordania.
La Fundación Humanitaria que no funciona
En Gaza las entregas se han visto
muy restringidas, debido a que los mecanismos humanitarios internacionalmente
aceptados para la distribución de ayuda han sido obstaculizados por el gobierno
israelí y reemplazados por su Fundación
Humanitaria para Gaza (FGH), entidad respaldada por Estados Unidos e Israel
y financiada con fondos no revelados, comenzó a distribuir una pequeña cantidad
de ayuda en el sur de Gaza. Funcionarios israelíes y estadounidenses afirman
que este nuevo modelo de ayuda es necesario para evitar el desvío de recursos
hacia Hamás; sin embargo, no existen pruebas creíbles de que la ayuda
proporcionada por organizaciones internacionales con experiencia se haya
desviado. Grupos como Anera operan bajo rigurosos procedimientos de
investigación, cumplimiento y supervisión para garantizar que la ayuda llegue a
los civiles necesitados, no a los combatientes.
La cantidad de ayuda que actualmente ingresa a Gaza es, sin duda,
insuficiente para cubrir las necesidades de esta catástrofe humanitaria. Anera
mantiene su compromiso de servir a la población civil de Gaza. Instamos
a la comunidad internacional a rechazar mecanismos politizados y no probados,
como el Fondo de Ayuda Humanitaria Global (FGH), que restringen el acceso, y a
apoyar, en cambio, iniciativas de ayuda basadas en principios, eficaces y a
gran escala que lleguen a las personas donde se encuentran.
3.000 camiones con alimentos retenidos
Como declaró Jonathan Whittall, director de la Oficina de Coordinación de
Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) para los
territorios palestinos, lo que se está imponiendo es un sistema de
racionamiento basado en la vigilancia que, de forma deliberada, normaliza la
privación. Según se informa, el GHF solo está trayendo 60 camiones de ayuda al
día, una fracción de lo que se necesita para satisfacer las necesidades básicas
de la población de Gaza. En contraste, unos 3.000 camiones con alimentos
suficientes para 100 millones de comidas han sido retenidos cerca de las
fronteras de Gaza durante los últimos tres meses.
En las clínicas de Anera, el personal médico está detectando cetonas, un indicador de inanición, en más del
40% de las muestras de orina analizadas. Es la primera vez que se observan
casos de este tipo en cantidades significativas desde que comenzamos las
pruebas en octubre de 2024. Mientras tanto, también se bloquea el acceso a
artículos esenciales de socorro no alimentarios, como medicamentos, suministros
médicos y kits de higiene. Se supone que estos deben circular por los
canales humanitarios habituales, pero en realidad no llegan. Las clínicas y
hospitales, ya desbordados y con escasos recursos, se están quedando sin los
tratamientos más básicos, antibióticos y materiales para el cuidado de heridas.
Las consecuencias para la salud son graves y se agravan a diario.
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