domingo, 1 de mayo de 2011

Contra la discriminación laboral: 200 excusas para negarte un empleo (3)


   Contra la discriminación laboral debe ser el grito unánime de este Primero de Mayo en todo el mundo.

Como homenaje a la joven británica Vicky Harrison que puso fin a su vida, hace ahora un año, al ser rechazada en 200 solicitudes de trabajo continuamos con el serial ‘200 excusas para negarte un empleo’.
   La discriminación laboral no tiene fronteras. En América Latina la queja también es generalizada, como en Europa y en otros continentes. “Después de muchos años en el mercado laboral sigo observando como las empresas siguen discriminando a través de las publicaciones que realizan por medio de las agencias y consultoras de selección de personal que las representan”, denuncia Javier Alejandro Santillán que trabaja en Argentina en una compañía de telecomunicaciones. 

   O bien no tienes el perfil adecuado, o bien no te ajustas al proyecto, careces de inteligencia emocional, no estás motivado…Hay mil y una excusas para negarte un empleo.
    En Chile existen fuertes regulaciones contra la discriminación laboral que por lo general no se cumplen. En este país se consideran actos de discriminación las ofertas de trabajo efectuadas por un empleador, directamente o a través de terceros y por cualquier medio, que señalen como un requisito para postular a ellas, entre otras, cualquiera de estas condiciones: acreditación de antecedentes penales o comerciales; buena presencia, ausencia de enfermedades, fotografía en curriculum y hasta la exigencia en muchas ofertas laborales de que el futuro empleado cuente con vehículo propio, teléfono móvil y hasta cartera de clientes.
  “Si quieres ver discriminación grosera y descarada, apenas ven a República Dominicana. Es vergonzoso cómo empresas multinacionales que en países desarrollados predican políticas de Responsabilidad Social Corporativa e inclusión social, resulta que aquí andan pidiendo requisitos innecesarios, perfiles de candidatos que no coinciden con las edades exigidas, o incluso se toman atribuciones de FBI. Y las grandes firmas internacionales de RRHH se arrodillan a los deseos de sus clientes”, denuncia Ernest García-Vázquez, profesional independiente En tono humorístico retrata la situación: “Es que en nuestro continente, muchas veces la empresa podrá ser sueca o canadiense, pero quienes la conducen localmente muchas veces mantienen la mentalidad de granja: “Buscamos hombres jóvenes y fuertes, solteros y sin hijos, deseosos de servir como esclavos a cambio de un salario de miseria. Brindamos alojamiento en el establo y tres comidas al día”.
 Desde México, Said Rincón que estuvo trabajando en reclutamiento y selección de personal subraya que la discriminación que más le molesta es la del sexo. “Creo que hombres y mujeres podemos cubrir vacantes por igual. Puede ser que te fijes si una persona está vestida correctamente para la ocasión pero no puedes fijarte si vas a contratar a alguien que parezca modelo en lugar de alguien digamos menos agraciado solo porque alguien se ve mejor”. Un argumento que comparte desde Venezuela, Zoraida Mendoza, consultora de RRHH, “evidentemente la discriminación está presente en todas partes, y en Latinoamérica se repiten los patrones comúnmente establecidos en todo el mundo: la raza, el sexo, la edad, experiencia, son variables comunes, puedo agregarle a estas, las creencias políticas”…


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