Uno de cada cuatro parados que fueron inspeccionados en 2010 cometió fraude, un parado desesperado secuestra a los dueños y empleados de un bar,
las aseguradoras han lanzado una campaña a bombo y platillo que culpabiliza en
gran medida al desempleado del aumento del fraude, los comercios vienen
denunciando desde hace tiempo el hurto
famélico atribuido a quien no tiene recursos. Demonizar al parado se ha
convertido en el deporte nacional. Los parados son culpables de todos los
males. De los de ahora y de los venideros. Cuando en 2012 llegue a La Moncloa un presidente
conservador y un Gobierno neocon –como dicen los cursis- la culpa será también
de los desempleados. Fueron traicionados por los defensores del ‘estado del
bienestar’.
Lástima que el actual ministro de Trabajo,
con pasado sindicalista cargue con sus encuestas poco rigurosas contra los más
débiles:
No
viene mal hurgar en las hemerotecas y ver como actúa un desempleado en
situación límite. Desde luego no pide un Porsche cayenne como el parado
desesperado del madrileño barrio de Vallecas. Lean lo que sigue:
El paro violenta la mente del ciudadano,
desvirtúa la relación con la familia y el entorno y lo contamina todo. El
‘pirómano del INEM’ - como fue bautizado C.T., el parado de larga duración que
había agotado el cobro del subsidio, - incendió en Madrid dos oficinas en un
solo mes. (El parado pirómano vuelve a la carga. Abc, 05.09.1997). Para
justificar su acción declaró que prefería la cárcel antes que perder su dignidad
pidiendo limosna. De nuevo la dignidad es la excusa para tratar de justificar
acciones violentas. El ‘pirómano del INEM’ excusó su acción para no convertirse
en un pobre de solemnidad. Pero ante su acción reprobable la opinión pública lo
denigró con el citado apelativo. Su abogado defensor alegó ‘enajenación mental’
para justificar su anómala conducta. El Tribunal que le condenó a cinco años y
tres meses de prisión sostuvo que C.T. “presenta un trastorno de personalidad
con rasgos de tipo paranoide” que le afectó en el momento de ejecutar su
alevosa acción.
Hace más de un año (11.05.10) la prensa catalana
adelantaba en la Red
la agresión sufrida por la alcaldesa de Roses (Girona) por un parado. El
detenido había trabajado en la
Fundación municipal Ayuda al discapacitado de Roses, pero le
habían despedido y, desde entonces, reclamaba al consistorio un puesto que,
según él, le habían prometido. Jaime S., que hace semanas que se manifiesta
delante del consistorio pidiendo empleo, ya había amenazado a la alcaldesa hace
unos meses y ésta le denunció en febrero, según la versión del consistorio. Y
ahí más.
Supongo que intentan legitimizar las medidas que vienen contra la clase trabajadora en un futuro.
ResponderEliminar