viernes, 24 de septiembre de 2021

Las empresas europeas temen perder mercado en China por las directrices del 14 º Plan Quinquenal

   China pretende alcanzar la autosuficiencia en algunas áreas de su economía, como recoge su 14 º Plan Quinquenal, lo que es motivo de preocupación para las empresas europeas, según desvela el documento European Business in China de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China.  Las empresas europeas no están seguras de hasta qué punto serán capaces de contribuir al crecimiento futuro de China, y algunas temen la salida del mercado. Las 930 recomendaciones constructivas contenidas en este documento de posición ilustran tanto la profundidad de los desafíos a los que se enfrentan las empresas europeas en China como su compromiso con la mejora del entorno empresarial.

   A pesar de las muchas dificultades experimentadas en 2020, debido a la pandemia de COVID-19 y las crecientes tensiones geopolíticas, las empresas europeas en China obtuvieron buenos resultados en general y siguen firmemente comprometidas con el mercado.  “A la Cámara Europea le preocupa que la economía de China siga teniendo un desempeño inferior si se aleja de reformas audaces en favor de un enfoque más insular”, señala Joerg Wuttke, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China. 


 China quiere reducir su dependencia del resto del mundo  

   El Decimocuarto Plan Quinquenal de China establece un rumbo claro para que el país reduzca su dependencia del resto del mundo, antes de lograr finalmente un alto grado de autosuficiencia. La primera parte de este plan busca evitar la dependencia excesiva de cualquier país, lo que requerirá que China diversifique y fortalezca sus cadenas de suministro. Esta es una vía que otros países han optado por seguir, en gran parte en respuesta a la pandemia de coronavirus que ha puesto de relieve la fragilidad de muchas cadenas de suministro mundiales; en particular para bienes cruciales como dispositivos médicos y productos farmacéuticos.

   Sin embargo, la búsqueda de la autosuficiencia es un riesgo calculado que se está asumiendo sobre la base de la creencia de que China, dentro de la próxima década más o menos, puede alcanzar con éxito un mayor nivel de innovación y fabricación, capacidad que le permitirá liderar las tecnologías que probablemente definirán la economía global del futuro. Al mismo tiempo, China parece dispuesta a reducir aún más el papel que desempeñan actualmente las empresas extranjeras en su economía, particularmente en los sectores de alta tecnología, al mismo tiempo que intenta aumentar la dependencia de su propia economía.

   El tamaño de su economía y el fuerte crecimiento del producto interno bruto (PIB) en relación con la mayoría del resto del mundo parece haberle dado a China la confianza de que puede permitirse el lujo de hacerlo en gran medida sola. Sin embargo, la Cámara Europea cree que si bien los costos potenciales, tanto para China como para las empresas extranjeras, no se sentirán inmediatamente, serán extensos y tendrán un impacto negativo a largo plazo.


Esto se traducirá de entrada en estos perjuicios:

• Una disminución de la inversión extranjera directa (IED) a medida que las empresas internacionales se ven obligadas a abandonar o disuadir de expandirse o incluso de entrar en el mercado chino.

• Una desaceleración de la capacidad de innovación debido a la continua y rápida disminución del talento internacional de las economías desarrolladas.

• Una mala asignación significativa de recursos, ya que el apoyo estatal se desviará cada vez más a múltiples industrias en un intento de replicar la fabricación de bienes que ya están disponibles a nivel mundial.

• Una reducción en el acceso a las tecnologías centrales que China requiere para actualizar sus cadenas de valor.

• Un aumento en los desafíos para que China cumpla su ambicioso objetivo de carbono neutral para 2060, debido a la falta de acceso a tecnologías y soluciones ecológicas innovadoras que las empresas europeas pueden ofrecer.

• Un creciente rechazo internacional contra las políticas comerciales mercantilistas percibidas, lo que lleva a un deterioro de las relaciones comerciales y políticas con otros países.

   En pocas palabras, según la Cámara Europea, la búsqueda de la autosuficiencia va en contra del espíritu de reforma integral y apertura que China comenzó en 1978, y persistir con este objetivo tendrá un impacto directo en el crecimiento del PIB per cápita. Esto se puede ver al observar la trayectoria que podría tomar el crecimiento de China continental desde 2021 hasta 2050, basado en tres escenarios de crecimiento diferentes: una proyección de línea de base, una basada en reformas y una basada en reformas limitadas. Si China implementara reformas integrales para impulsar el crecimiento de la productividad, después de tres décadas alcanzaría un PIB per cápita de aproximadamente 55.876dólares USD, un 65% más que si se siguiera un camino de reformas limitadas.


Preocupación en la Mesa Redonda de los industriales europeos 

   Para la Mesa Redonda de los industriales europeos agrupados en ERT, el informe de la Cámara Europea apunta a señales preocupantes de que China se está volviendo cada vez más hacia adentro, lo que arroja dudas sobre su trayectoria de crecimiento a largo plazo.

   Como parte de un compromiso conjunto para proporcionar igualdad de condiciones entre Europa y China, ERT está totalmente de acuerdo con la Cámara Europea en que “nuestro éxito económico futuro mutuo depende de continuar por el camino de la reforma y la apertura. Formar alianzas internacionales y renovar el compromiso de aumentar la integración en la economía mundial son parte de ese enfoque”. Las empresas europeas lideradas por los miembros de ERT desempeñan un papel clave en la contribución a la capacidad de innovación y las industrias competitivas en China. Es vital que sigan siendo capaces de contribuir plenamente a la economía china mediante una mayor apertura del mercado y un verdadero libre comercio.

   “La relación económica UE-China es de vital importancia para la industria, el empleo y el crecimiento europeos. También es una de las relaciones más complejas y desafiantes, pero debemos intentar que funcione, incluso si eso implica caminar cuesta arriba a corto plazo. Se debe evitar el desacoplamiento y la creación de cadenas de suministro separadas, ya que esto aumentaría los costos para las empresas y los ciudadanos en todo el mundo, además de frenar la innovación y, en última instancia, promover el aislacionismo”, alerta Jacob Wallenberg, presidente del Comité de Acceso al Mercado y Comercio de ERT.


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