Es un paso atrás aunque parezca todo lo contrario. Rivas, una población cercana a
Madrid, contará con una residencia dedicada preferentemente a mayores
homosexuales.
Tolerancia cero con el entorno y meterse de cabeza en el gueto. Vale que
tengan su propio territorio, sus ídolos, sus marcas… pero a este paso pedirán
perros para gays, comida para gays…Y eso no es más que encerrarse en el armario
y darle doble vuelta a la llave. Hace poco comentaba con una periodista muy
tolerante mi extrañeza porque se convocara próximamente un congreso de
periodismo gay. La misma extrañeza que sentiría si fuera un congreso
heterosexual. Ella me vino a decir “es lo que hay”, confesando su impotencia.
Lean la noticia y juzguen por sí mismos:
Destila manía persecutoria y ve homofobia por todas partes. Un paso
atrás y un flaco favor a todos los que luchan por los derechos de los gays.
El momento más trascendental de un gran colectivo lo han caricaturizado
con el armario. Nosotros también somos culpables de seguir la corriente a esta
sociedad bienpensante. Darle vida al armario, convertirlo en un símbolo de la
transición, suave o dura, al pasar de uno a otro lado, es convertirse en
cómplice. Esa puerta seguirá entornada largo tiempo. ¡Quedan tantos por salir! Tantos continúan ahí dentro,
encerrados en cuerpo y alma, seres atormentados que cuando salen creen respirar. A veces pienso que este armario es la trampa que nos han tendido los de moral
burguesa, esos que siempre buscan mantener los secretos bajo siete llaves. No
sé si me explico. Les hemos entrado al juego a estos bienpensantes y hemos
convertido un mueble en el magistrado que juzga y sentencia el discurrir de
este colectivo. Triste que triste me resulta esta visión…
No me lo puedo creer. La sociedad todavía no está mentalizada para admitir a gays. Es una lucha que como bien dices durará mucho tiempo, y algunos morirán sin haber salido del "armario". Mi apoyo a todos ellos.
ResponderEliminarSaludo, Jorge, gracias por visitar mi espacio y comentar.
ResponderEliminarMuy buen artículo, amigo, ciertamente debemos aprender a ser tolerantes. Abrazos.